Un año para recordar

Rurales | 11 Sep Este año es particular por los precios históricamente altos para el ganado de reposición. En el remate de Plazarural de esta semana varias categorías --entre ellos los terneros--, conquistaron máximos históricos.
El promedio de los terneros prácticamente alcanza los U$S 2 el kilo en pie. Los novillitos de uno a dos años llegan a U$S 1,80. Los precios del gordo, por el contrario, se ubican por debajo de los máximos de 2008, por lo que la ecuación es complicada para los invernadores.
Pero para la salud y las expectativas de mediano y largo plazo del sector ganadero, lo fundamental es que los precios de la cría sean bien altos. Es clave para que el criador tenga los incentivos indispensables para esforzarse en producir más terneros. Si algo vale, vale la pena producirlo. Ese ternero luego será novillo, será faenado y su carne exportada, y dará trabajo y divisas al país.
Lo más granado de la cabaña uruguaya, se vuelca al Prado con expectativas de estar introduciéndose en una muy buena zafra de reproductores, con ventas que seguramente serán importantes en volumen y en precio. Eso es lo que también esperan los principales operadores en los remates de cabañas.
toros
Están dadas las condiciones para que se produzca una buena zafra de venta de reproductores. Esa es la opinión generalizada de la amplia mayoría de los operadores a pocos días de que comience la zafra.
Aunque los remates del Prado no son representativos de los valores y del tipo promedio de toros que requieren los productores, pocos días después del cierre de la exposición comienzan efectivamente las ventas de cabañas.
En Uruguay, desde hace ya algunas décadas, las expectativas están centradas en el remate de los toros participantes de la prueba de evaluación en la central Kiyú de la Sociedad de Criadores de Hereford, que se considera el puntapié inicial de la zafra.
Desde ese momento y hasta fines de noviembre se sucederán los remates de las cabañas y exposiciones del Interior, que son los principales proveedores de los 4.000 a 5.000 toros que se reponen anualmente, establece el informe de Negocios Ganaderos.
perspectivas
El arrendamiento de un establecimiento de más de 20.000 hectáreas en el Norte del país por un industrial frigorífico fue catalogado por operadores de los negocios ganaderos como un indicador de las buenas perspectivas de la carne para el futuro. Esto demuestra que la necesidad de materia prima de la industria no es coyuntural, sino que también son buenas las perspectivas para adelante.
La modalidad en que se concretó el negocio es poco frecuente, ya que se hizo a portera cerrada, incluyendo varios millares de cabezas de ganado vacuno y ovino. El precio se fijó en kilos de carne.
Hasta ahora los frigoríficos estaban apostando a la terminación de novillos en corrales. Esto generó la reacción negativa en el sector invernador particularmente, por considerarse que con esa hacienda propia la industria se posicionaba en condiciones de “manejar” los precios del ganado gordo. En cambio, el caso divulgado esta semana se tomó como una decisión de participar en toda la cadena productiva, lo cual implica una ratificación de la necesidad de contar con más materia prima.
El director de una de las firmas de negocios rurales más antiguas del país, fue terminante al indicar que “cuando decimos que no hay oferta, es porque realmente no hay”.
Una muestra real es que el conjunto de la industria tiene capacidad para hacer una faena semanal de 60.000 reses y hace ya un buen tiempo está en la mitad.
“Por ello sostenemos que hay buenas perspectivas para los productores en el futuro”, razonó.
La gran demanda y con cotización casi continuamente al alza de la reposición es otra buena señal que ratifica el razonamiento de muchos operadores en el sentido de que los “precios del ganado vinieron para quedarse”, como sucedió con el valor de la tierra.