Paysandú, Lunes 20 de Septiembre de 2010

Brincadeiras Políticas

Nacionales | 17 Sep “Batllismo de tono menor”
Seguramente a los integrantes del gobierno tiene que haberles caído muy mal las palabras del tupamaro Julio Marenales, cuyos desacuerdos con los integrantes de su propio partido son conocidos. Marenales está “insatisfecho” y advirtió que el gobierno hace “batllismo de tono menor”.
“El viejo (José) Batlle y Ordóñez hizo más que nosotros. No tenemos un proyecto de país”, manifestó frente a un centenar de militantes y dirigentes tupamaros en la presentación de un libro que lleva su nombre, según informó “Últimas Noticias”. “Me gustaría que el Frente Amplio se planteara el socialismo, pero no se lo va a plantear”, agregó.
Marenales está “preocupado” por “la falta de pensamiento estratégico”. “Tengo mucho miedo que el aggiornamiento nos lleve al proceso de otros países. No estoy en contra de lo que hacemos, pero es evidente que estoy insatisfecho”, dijo. Advirtió además el riesgo de ser “fagocitados por el sistema está presente. Izquierda es pensamiento y acción en función de un cambio de la sociedad. El resto es progresismo. Acá los que piensan en un cambio de la sociedad son pocos. La inmensa mayoría está por mejorar el sistema”.
“Amiguismos siguen existiendo”
Marenales tiene “mucho para decir”, pero prefiere callar para no perjudicar el proceso de la izquierda. “Estoy taponado pero no quiero salir para crear anticuerpos innecesarios”, agregó.
Sin embargo, le pegó muy duro al Movimiento de Participación Popular, que a su entender “creció demasiado. No tuvimos tiempo de asimilar todo y es inevitable que haya gente que quiera hacer carrera. Habrá que buscar los mecanismos para controlarlo”. “El MPP es un lugar donde se puede hacer carrera política y hay quienes la han hecho. No son todos, felizmente, pero eso va a pasar siempre. Por eso no vamos a parar la lucha, pero va a pasar permanentemente porque somos hijos de la sociedad capitalista”, afirmó. Más allá de sus discrepancias y de la convicción de que “los amiguismos siguen existiendo”, indicó: “si ponemos el ‘purómetro’, capaz que ni yo paso. ¿Con qué criterio? ¿Vamos a preparar gente en el laboratorio de perfección absoluta y con ellos vamos a hacer la lucha? Tenemos que ser capaces de luchar con todos como somos. Si creemos que vamos a dar la lucha con gente pura, no queda nadie”.
Más allá del programa
Y siguiendo con el MPP, la senadora Lucía Topolansky habló del documento comunista en el que se critica al presidente José Mujica y al ex presidente Tabaré Vázquez por las pautas salariales y políticas en ambos gobiernos.
Consigna “El País” que Topolansky admitió no haber leído el documento, pero dijo que el Frente Amplio es una coalición y que su punto de encuentro es el programa. “Hay grupos que tienen metas que van más allá de ese programa. Y eso está admitido. Yo los respeto”, dijo a radio “Carve”. “Tienen derecho a aspirar, a soñar, a ponerse metas largas”, agregó. Señaló que el Presupuesto votado es un “punto de encuentro importante”, ya que es un “excelente Presupuesto”. No obstante, dijo que hay cosas que necesitan “más tiempo y más votos”. Acotó que si bien se aumentan algunos salarios públicos, muchas veces no se hace en las escalas esperadas. “Algunos se aumentan más y otros se aumentan menos”, dijo refiriéndose al aumento de 22,8% de los salarios docentes frente al posible aumento del de los ministros. Justificó que los titulares de cartera ganan hasta menos que varios gerentes de empresas públicas. Lo ideal para Topolansky sería “a igual función, igual remuneración”.
Acalorado debate
Los ánimos se caldearon en torno a la pretensión del gobierno de asumir el diseño de las políticas energéticas y de telecomunicaciones, restando potestades a las unidades reguladoras Ursea y Ursec. El diputado nacionalista Pablo Abdala mantuvo un acalorado debate con el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia.
Según informa el matutino antes citado, a través de la ley de Presupuesto, el gobierno envió una serie de artículos que a juicio de Abdala “someten la actividad de los órganos reguladores a los dictados del Poder Ejecutivo. Y terminan por subordinar a la Ursea y a la Ursec a los lineamientos que provengan del gobierno”.
Breccia, por su parte, justificó que esto tiene su razón de ser en que el gobierno procura separar la política energética y de telecomunicación de la potestad regulatoria. En efecto, el artículo 146 del proyecto de ley limita las potestades de las unidades al establecer que sus competencias “se cumplirán de conformidad con los objetivos y las políticas definidos por el Poder Ejecutivo, quien reglamentará los procedimientos a tales efectos”. Abdala considera que el hecho que el gobierno reglamente los procedimientos supone la anulación lisa y llana de las unidades reguladoras. “Está claro cuál es el propósito y sería bueno que directamente propusieran la eliminación de las entidades: para qué vamos a seguir gastando dinero y generando burocracia si las entidades reguladoras van a dejar de cumplir su función”, criticó.


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