Rurales | 18 Sep Organizada por la Sociedad Criadores de Hereford y a cargo de escritorio Dutra, se comercializaron en el marco de la Expo Prado, los 15 vientres, de igual número de cabañas, en poco más de una hora y con un mercado sumamente dinámico.
Se vendió todo y bien, obteniéndose un promedio de 6.640 dólares, cifra que premió lo que era la calidad ofertada.
El máximo valor de la noche fue U$S 13.200, por una vaca de cabaña “Las Anitas” de J. Ernesto Alfonso e hijos, adquirida por la firma Somaril SA, del departamento de Soriano, tras intensa puja.
Otro valor destacado fue U$S 9.840 en los que Filliol y Berreiro se quedaron con un producto de cabaña “Santa Inés” de Alberto Pereira Micoud. También los U$S 7.440 pagados por uno de cabaña “La Elisa”, adquirido por Elvira Romay y Aznárez Elorza Hnos.
Y U$S 7.200, en que se vendió la vaca de “Pueblo del Río”, adquirida por cabaña “La Elisa”. El mínimo de la noche fue U$S 4.200
brasileño
También operó un comprador brasileño de la cabaña “Santa Terezinha” del municipio de Santa Vitória do Palmar, que adquirió una vaquillona de Estancia Las Rosas. Lamentablemente, las trabas burocráticas están impidiendo que la exportación de genética uruguaya hacia Brasil sea más fluida. La infinidad de trámites en uno u otro lado desestimulan a los cabañeros del vecino país que continuamente están demandando madres Hereford de Uruguay.
Precisamente durante la Expo Prado en curso, un productor de Rio Grande do Sul comentó que todavía no pudo llevar a su establecimiento una vaca comprada en la liquidación de cabaña Villa Ceferina, por trabas surgidas en su país.
El martes, otro cabañero del vecino municipio de Livramento adquirió una vaca a una cabaña uruguaya, pero a condición de que se produjeran los embriones aquí para exportarlos como tales, a fin de evitar las dificultades para cruzar con los animales en pie, pese a los convenios binacionales que habilitaron el ingreso a Uruguay de los pollos brasileños.