Nacionales | 20 Sep La fábrica textil Fibratex, cerrada en 2006, fue ocupada el sábado por sus trabajadores, quienes afirman que el gobierno no cumplió con el compromiso de reimpulsar la actividad con la reapertura de la empresa. Por su parte, el grupo que compró Fibratex niega que se convierta en depósito. Los trabajadores se reunieron meses atrás con autoridades del Ministerio de Trabajo y del Banco República, quienes les anunciaron que la textil iba a ser rematada como unidad productiva --edificio y máquinas-- lo que les permitiría volver a trabajar en la planta. Sin embargo, cuando el remate se realizó sólo se puso a disposición el edificio y no las máquinas. La fábrica fue adquirida en 2.050.000 dólares por el empresario uruguayo Enrique Manhard, el único oferente en la subasta que tuvo lugar el jueves. Fuentes del grupo comprador aseguraron a “El País Digital” que Manhard buscaba hacía tiempo un inmueble donde reubicar su fábrica de confecciones, que actualmente opera en una zona en la que existe prohibición de ingresar camiones con contenedores. Indicaron que a partir de esta operación, se dará trabajo a casi 200 uruguayos más.