Nacionales | 20 Sep Presidente... se busca
Parece que el cargo de presidente del Frente Amplio es como una papa caliente y nadie lo quiere. Desde hace un buen tiempo el partido de gobierno busca un sustituto para Jorge Brovetto, pero es un alto cargo político que nadie quiere asumir.
Consigna “El País” que tras el anuncio de Brovetto de su retiro, se manejaron tres nombres: la ex senadora Margarita Percovich, el ex presidente Tabaré Vázquez, y el ex subsecretario Miguel Fernández Galeano. Pero Percovich rechazó el cargo, Vázquez no dio señales de interés y Fernández no respondió. La senadora del Espacio 609 Constanza Moreira dijo que “no es un cargo que aparezca con luz propia. Sí fue un cargo muy importante en el momento en que el Frente Amplio no estaba en el gobierno. Luego los puestos en el gobierno son los más importantes y los más disputados”.
El problema es que hay diferencias en cuanto a la forma de elegir al presidente. El senador nuevoespacista Rafael Michelini dijo que debe elegirse a padrón abierto con afiliación simultánea, opinión que es compartida por el MPP. El secretario general del Partido Socialista, Eduardo Fernández, considera que primero debe discutirse la estructura política antes de pensar en un candidato para la presidencia. Mientras que los comunistas no descartan la propuesta de Michelini pero también plantean la necesidad de una discusión a fondo del funcionamiento del partido.
Errores y otras yerbas
Otros que están tratando de solucionar sus problemas internos son los blancos. Pero parece que no hay demasiado compromiso. La Convención Nacional se inició sin quórum para tomar decisiones y a media mañana logró 257 convencionales --de 500--, cifra que permitió votar. Estaban los principales dirigentes nacionales, pero no la estructura intermedia, admitió el senador Jorge Larrañaga con desazón.
Según el matutino antes citado, la convención aprobó la memoria anual redactada por el presidente del directorio, Luis Alberto Lacalle, con correcciones “de estilo” y “enmiendas” de Larrañaga y otros miembros del órgano. Los blancos coincidieron que deben dar batalla en Montevideo y Canelones, donde un solo barrio es la diferencia para ganar la elección. De ahora en más, el Partido Nacional procurará dejar de ser visto como un partido “del Interior” para ser un partido “urbano” y “popular”.
La memoria anual repasa el proceso electoral 2009-2010, pero no ingresa en el terreno de las posibles responsabilidades de la fórmula blanca. Sí considera como “ataque” de la fórmula oficialista el señalamiento de “errores” de Lacalle. “Desde la candidatura del gobierno se hizo caudal de algunos errores verbales en los que incurrió nuestro candidato a presidente, así como errores y dificultades de comunicación, para intentar descalificar la propuesta del Partido Nacional. Ante los ataques, nuestros candidatos mantuvieron una actitud positiva y de propuesta”, señala.
El presidente del directorio anunció que se inicia un proceso de “análisis del pasado inmediato y proyección futura” con más de veinte reuniones abiertas en todo el país para que los dirigentes puedan dar su opinión. “Abrimos en plenitud la discusión sobre el año 2009 y sobre la elección municipal, pero también sobre el futuro. Que los compañeros se acerquen y digan lo que hay que decir”, dijo.
Sin sal en la herida
Larrañaga, por su parte, señaló que es clave hacer “un gran esfuerzo en la capital” y construir “un nacionalismo de raíz popular”. El senador llamó a “recorrer la capital para librar la batalla en cada barrio, en un Montevideo y Canelones que se nos presenta lejano”. Dijo que el Partido Nacional debe volver a “enamorar a la gente”. Según publica “La República”, por su parte, el líder de Alianza Nacional Jorge Larrañaga indicó que el país necesita concebir la política “como un instrumento de construcción de futuro. Ver las heridas del pasado para echarle sal para ver si no curan nunca y abrirlas, no es el mejor de los caminos. Lo que pasó, pasó, no podemos enlazar el pasado y traerlo al presente y cambiarlo”. También se disculpó por “no lograr el objetivo” y dijo sentir frustración “por no haber podido dar más talento y aporte” para ganar la elección nacional.
El juego de Bordaberry
Pero el senador Francisco Gallinal dijo que, más allá de los errores propios, hubo tres factores con influencia decisiva en el resultado de las pasadas elecciones nacionales: el Partido Nacional compitió “contra un gobierno nacional que puso toda la carne en el asador”, “los medios de comunicación y especialmente la televisión que inclinaron la balanza”, y la actitud de la corriente principal del Partido Colorado, ya que Pedro Bordaberry “jugó para que ganara el Frente Amplio”.
“Nosotros creíamos quizás en forma ilusa que nuestro tradicional adversario, el Partido Colorado, iba a tener en la segunda vuelta electoral de noviembre la misma altura de miras, la misma entrega y don de comparecencia a una elección que la que había tenido el Partido Nacional cuando en segunda vuelta había sido un candidato del Partido Colorado”, dijo el líder de Correntada Wilsonista.