Nacionales | 21 Sep La Justicia de Maldonado dictaminó el procesamiento con prisión de cuatro policías por la muerte de Michel Sebastián Mariño Olivera, un mecánico de 24 años que recibió balazos por la espalda mientras era perseguido por la Policía la madrugada del domingo. Por otra parte, el Ministerio del Interior lamentó profundamente lo sucedido en Piriápolis y reconoció que el trágico episodio que culminó con el fallecimiento del joven fue un “hecho irregular, desmedido y fuera de lugar”.
El juez penal Gabriel Ohanian interrogó a los once policías que estaban en el turno en la Seccional 11ª de Piriápolis cuando se produjo el incidente que terminó con la muerte del joven mecánico, oriundo de Maldonado. El joven, sin antecedentes penales y quien tenía un hijo de 6 años, fue sepultado en la mañana de ayer en el cementerio de la capital fernandina.
Una multitud de amigos y familiares se reunieron frente al juzgado mientras los policías declaraban ante el magistrado, quien solicitó a los padres de la víctima tranquilidad para poder trabajar de forma adecuada. Se dispuso una guardia policial y la instalación de un vallado para separar a los manifestantes de la sede penal. Si bien no hubo incidentes durante la jornada, en horas de la noche manifestantes agredieron con botellas y piedras el vehículo que transportó a los policías procesados de la sede judicial.
Finalmente, anoche Ohanian procesó con prisión a cuatro policías por la muerte de Mariño; el agente de segunda de iniciales M.M., de 24 años, por un delito de homicidio, mientras que los otros tres por encubrimiento. El policía que efectuó los disparos colocó, tras la muerte del joven, un arma en su vehículo. Los disparos fueron efectuados hacia la parte trasera de la camioneta en la que viajaba Mariño, con una pistola reglamentaria Glock 9 milímetros. Los proyectiles atravesaron las chapas de la camioneta e impactaron en la espalda y cabeza de Mariño.
Por otra parte, el subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, acompañado del director de la Policía Nacional, inspector principal (R) Julio Guarteche, y del director de Policía Caminera, Oldemar Avero, entre otros funcionarios, brindaron una conferencia de prensa. El ministerio envió el equipo especializado de atención a las víctimas para mantener un contacto con los familiares del joven fallecido y actuará en el caso la Dirección de Asuntos Internos en la órbita de la Policía de Piriápolis.
Vázquez calificó lo ocurrido como “un hecho irregular sucedido y generado por un policía”, que “fue desmedido y fuera de lugar”. Lamentó profundamente los hechos: “Queremos extender a sus familiares nuestro más profundo reconocimiento”. Sostuvo que lo sucedido “no debe opacar la función del resto de los policías que, diariamente y en forma abnegada, se preocupan por la seguridad de la población”. Señaló que el Ministerio del Interior “ha tenido una preocupación permanente por la capacitación de sus funcionarios, por mejorar sus condiciones de trabajo y dignificar la función policial con respeto por los Derechos Humanos, y el respeto a toda la ciudadanía”.
“Así como en otras oportunidades hemos salido a defender la posición de otros funcionarios policiales, en esta ocasión decimos que, más allá de que los acontecimientos están en la órbita del Poder Judicial, hay una serie de elementos que nos permiten decir que hay una responsabilidad policial importante”, agregó.
Por su parte, Guarteche reconoció la existencia de “un arma que fue colocada (en la escena) por el policía que tiene comprometida su situación. Esa arma no la tenía la persona fallecida sino que fue colocada posteriormente”. Añadió que el referido policía “dice que un momento fue rozado por el vehículo, que se lo intentó atropellar: de todas maneras eso no justifica haber efectuado ningún disparo de fuego como se hizo. Alcanzaba con tomar y comunicar los datos de la matrícula del rodado”.