Paysandú, Viernes 24 de Septiembre de 2010
Locales | 22 Sep (Especial, por Eduardo Lima Musmano). Llegar a Puerto Príncipe un sábado de noche --a las 19:30 ya oscurece en estas latitudes-- no permite hacerse una idea exacta de lo que es una ciudad devastada por decenios de gobiernos dictatoriales o erráticos, asolada por una guerra civil, castigada por el huracán Katrina y, por si fuera poco, azotada por un terremoto. Es una ciudad de cuatro millones de habitantes en su inmensa mayoría pobres, hacinados en las casas, o en los restos que quedaron luego del terremoto o en las miles de carpas y refugios precarios construidos por organizaciones internacionales y muchos voluntarios. Bajar del avión de Air Europe después de recorrer 6.181 kilómetros, en un aeropuerto casi a oscuras, y recorrer después las calles multicolores de gente, luces eléctricas y muchas velas, casi todas entre escombros, edificios a medio caer y un tránsito caótico, es una imagen que por ese mismo contraste cuesta definir.
CASA DE URUGUAY
El paso rápido por las calles céntricas del convoy de los efectivos del ejército uruguayo destacados en Haití por las Naciones Unidas, hace que lleguemos a “Casa de Uruguay” sin tener aún una idea definida de lo que vimos. Los seis colegas, Jorge Saavedra y Fernando Rodríguez de Tacuarembó, Gerardo Fiorelli de Salto y yo por EL TELEGRAFO que vinimos al Norte, junto a Alvaro Riva y Ernesto Rodríguez, que quedaron en la base Sur, tratamos de asociar lo visto con lo que sabíamos, pero aún así no es fácil hacer que lo que uno ve coincida con lo que nos han contado. El domingo partimos de la casona donde se alojan los militares e invitados uruguayos de paso por Puerto Príncipe, y a las 7 y 30 la camioneta Mahindra comenzó su recorrido hasta la base del Batallón Uruguay II, donde están los efectivos de la División de Ejército 3, a la cual corresponde Paysandú. Abría paso la camioneta donde iban un chofer y tres coroneles: Hugo Iglesias, jefe del batallón hasta hoy, Yamandú Sequeira, que asume como nuevo jefe y Gustavo Rolin, como enlace con los periodistas invitados e inspector del arma.
380 KILóMETROS EN 8 HORAS
El punto de destino, a 380 kilómetros al norte de Haití, nos esperaba ocho horas y media más tarde. La ruta nacional número 1 está en relativo buen estado durante los primeros 130 kilómetros, después parece haber sido bombardeada, por la cantidad de pozos. Más adelante, parece un camino vecinal muy descuidado, peor que algunos de Paysandú. La marcha se reduce a 20 o hasta 15 kilómetros por hora, aumentados los problemas por un mal haitiano: el desorden en el tránsito. Al comenzar a cruzar las montañas, el problema se multiplica, la ruta queda más estrecha y siempre, en todo momento, hay personas caminando, andando en bicicleta, moto o en burro. Y cada poco, un pequeño poblado con su respectivo mercado pegado a la ruta, por lo que hay que aminorar más aún la marcha. Y la tierra, que se hace polvo con el tránsito, y que parece un smog permanente, con todos los efectos sobre nosotros con las horas de viaje en esas condiciones. Los soldados que relevarán a sus compañeros esta semana, viajan en camiones sufriendo la misma o tal vez más incómoda situación. Sobre las 17 y 45, llegamos a la base. Los efectivos esperaban a sus “dos jefes”, el entrante y el saliente, formados para recibirlos.
Un descansador baño, un rápido almuerzo casi cena ya, y comenzar la rutina de Paysandú: elegir las fotos y escribir la nota. La primera, porque hay mucho para contar de este viaje.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Sep / 2010
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com