Transporte urbano de pasajeros

Locales | 03 Oct La suba del boleto de Copay de aproximadamente 20 por ciento, que rige desde el 27 de setiembre, obedece a la necesidad de actualizar este precio a la evolución de costos que ha tenido la empresa, sobre todo en materia salarial, además de otros insumos. Así lo indicó a EL TELEGRAFO el secretario del Consejo Directivo de la cooperativa de transporte, Atahualpa Chávez.
Destacó que el boleto había bajado de doce a diez pesos en enero de 2007, por acuerdo entre la Intendencia Departamental y la empresa, teniendo en cuenta la vigencia del subsidio instrumentado por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, por lo que se ha mantenido estable el valor del boleto por más de tres años. Pero a la vez se han debido atender reajustes salariales cada seis meses, agregando costos por extensión de servicios a otros barrios y mayores frecuencias, además de haberse tomado más personal para atender esta ampliación, señaló el entrevistado.
Otros aspectos a tener en cuenta para este reajuste responden a la compra de cuatro unidades cero kilómetro para el servicio urbano de pasajeros, apuntó Chávez, a la vez de destacar que la empresa vivió momentos difíciles por la caída permanente en la venta de boletos, que tuvo sus peores momentos con la crisis de principios de la década, pero que se ha ido recuperando y mejorando desde el punto de vista de los servicios y reestructura.
“Llevábamos más de tres años y medio sin aumentar, porque en enero de 2007 fue el último movimiento del boleto, que se bajó de doce a diez pesos, en oportunidad en que tuvieron lugar reuniones con la Intendencia. Se nos planteó el tema de poder bajar el boleto ante la rebaja en Montevideo, para que la tarifa quedara en once pesos, y como se quiso redondear a diez, Copay aportó su parte y la Intendencia la suya, y se llegó a esos diez pesos”, explicó.
Acotó que “ese precio se mantuvo hasta ahora”, en tanto este reajuste de dos pesos en el boleto común que implica un veinte por ciento de aumento, se decidió porque “hemos tenido ajustes salariales cada seis meses, por lo que los costos ya no se podían sostener con este precio. Además tuvimos modificaciones atendiendo el pedido de los barrios periféricos, caso de Jardines del Hipódromo, Mevir Paysandú, Escuela Nº15, Rodríguez Nolla, Barrio Gamundi, y también con la compra de los coches nuevos se prestó más servicios: hay más kilómetros, más personal y todos estos aspectos repercuten también en la relación gastos- ingresos”.