Nacionales | 30 Sep El Servicio de Enfermedades Hepáticas del Hospital Central de las Fuerzas Armadas informó sobre los avances del Programa de Trasplante Hepático que funciona en ese centro. Asimismo anunció el otorgamiento del alta al último paciente en recibir un trasplante de hígado, a nueve días de efectuada la intervención. El paciente, de 18 años, requirió un retrasplante hepático, tratándose del primer procedimiento de esas características realizado en nuestro país. El hecho confirma un nuevo avance que afianza al equipo bi-institucional y al Programa Nacional de Trasplante Hepático, asegurando al país la disposición en el ámbito público de una atención de excelencia y calidad de la más alta complejidad técnica. El ministro interino de Salud Pública, Jorge Venegas, recordó que desde 2000 se está trabajando en función del bienestar de la población y en el perfeccionamiento de la técnica de alta complejidad, como es el trasplante hepático. En la actualidad existe una lista de veinte pacientes que esperan para ser trasplantados, sin contar el ámbito pediátrico. Por su parte, el director del Hospital Militar, Neris Corbo, destacó la labor del equipo médico que hace posible que el Programa de Trasplante Hepático funcione con éxito. Señaló que este programa se fortaleció en 2008 con la participación del Hospital de Clínicas y el apoyo del Fondo Nacional de Recursos, y que ha logrado mancomunar todos los esfuerzos de la salud para obtener el éxito en los trasplantes de hígado. El director técnico-administrativo del Hospital de Clínicas, Víctor Tonto, expresó que este programa proporciona una atención que en el pasado no se podía realizar en Uruguay sino que había que acudir a Argentina. La coordinadora del programa, Solange Gerona, explicó que tras una operación compleja de nueve horas, le retrasplantaron con éxito un hígado a un joven uruguayo de 18 años, que ya a los 4 años había recibido el primer trasplante en Argentina. La operación fue exitosa y tras nueve días de post operatorio, el adolescente fue dado de alta en el mediodía de ayer. El paciente padece atresia de vía biliar, una enfermedad congénita que implica la obstrucción de los conductos transportadores de la bilis desde el hígado hasta la vesícula. Fue operado para tratar de solucionar el problema pero el resultado fue inútil y de ahí que a los 4 años requirió ser trasplantado en Argentina.