CENTRO UNIVERISITARIO

Locales | 01 Oct Con la sala del Centro Universitario colmada, mucha emoción e incluso lágrimas de varios participantes, así como actuaciones artísticas de alto nivel, se efectuó ayer el homenaje de Primaria a los maestros que se jubilaron desde 2008. A la nómina de maestros que publicáramos en la víspera se sumaron los ex inspectores departamentales, Heriberto Ghibaudi y Macarena Collazo, y las inspectoras Estela Mareque, Rosario Caamaño, Susana Futen y la maestra Teresita Diez, quien durante años tuviera a su cargo el Centro de Tecnología Educativa. Los homenajeados recibieron del cuerpo inspectivo tutores preparados por los alumnos de la Escuela 96, sin dudas en alusión simbólica a lo que hicieron con tantos alumnos durante su carrera docente. La inspectora departamental de Educación Primaria, Graciela Díaz Ospitaleche, luego de confesar que si le preguntara a los niños “qué quiere decir la palabra jubilación, seguramente responderían ‘júbilo’, y de eso se trata sin dudas”, señaló que “uno no se jubila de maestro, sino que maestro se es desde y para toda la vida. Quien fue maestro por vocación lo será siempre, ya que a esa condición no se renuncia, solo se cambia de estado o de función, como tantas veces en esos años hemos cambiado de túnica. ¡Pero siempre sin renunciar a la condición de docente!”. También subrayó que “quien entregó amor y dedicación, quien supo ejemplarizar los valores, quien marcó límites precisos y equitativos para una convivencia pacífica de hombres y mujeres en sociedad, necesariamente cosechará de manera abundante el trato respetuoso y agradecido de sus ex alumnos y de sus ex colegas, es decir de sus amigos. Solamente quien tiene amigos a lo largo de esta carrera podrá ser llamado maestro, porque ser maestro y ser amigo en esta parte del camino, se vuelven sinónimos. ¡Un amigo es el ser tan noble, tan íntegro y de amor tan grande que es capaz de darse entero por los demás, amigos felicidades en esta nueva etapa!”.
Poemas, danzas y canciones
Las maestras Estela Bentancor y Alba De Los Santos, con sus poemas “Campanas de vida” y “La cosecha” encabezaron el acto central de entrega de los reconocimientos, en tanto hubo cálidos aplausos al nombrarse a los maestros jubilados para que subieran al escenario. Bentancor, al leer su poema, expresó que “pasan en rápida cuenta todos los lindos momentos”, refiriéndose a los alumnos como “semillitas de esperanza por las que aún se desvela”. Un fragmento de “La Cosecha” de Alba De Los Santos expresa: “han crecido, ya no son aquellos niños a quienes dediqué tiempo y cariño. Pero el premio esta ahí, en esa risa y sus ojos me gritan su confianza cuando dicen: ¡Es usted maestra!”. Debe destacarse la muy afiatada presentación del Coro Departamental de Niños bajo la dirección de Flavia Heredia y Frida Henares al teclado; la rítmica y muy aplaudida presentación de un grupo de bailarinas del Instituto de Danzas “Verónica Samurio”, y un cierre brillante, rubricando el nivel del acto señalado, a cargo del Coro Municipal de Paysandú con la dirección de Analía Gerfauo. En estas circunstancias hubo efusivos abrazos y saludos de una platea básicamente conformada por maestros y familiares, lo que no fue empañado por algunas ausencias entre los ochenta homenajeados.