Deportes | 11 Oct Hacía años que el Club Atlético Independiente buscaba su ascenso a Primera División del Fútbol de Paysandú y este año se le dio.
Recogiendo todo aquello que en otras épocas no podía hacerlo, fue que trabajó con gran sacrificio y mentalizados en lo que se perseguía.
Entonces, basado en los aspectos que lo iban posicionando en la tarea de llegar a la consigna principal, lo primero que hizo fue campeonar en el Apertura del la Unica Divisional de Ascenso (UDA) y después trabajar para llegar arriba en el Acumulado, todo muy bien pensado de acuerdo a la reglamentación del torneo de Honor. Y así se quedó con la chance primordial de tener una o dos finales y en cualquiera de ellas que con tan solo empatar, lo hacían un equipo de Primera y al final lo logró en el primer partido, con el 1 a 1 ante el Club Atlético Progreso, equipo que fuera el ganador del Clausura, que para llegar al ascenso debía ganarle dos veces al rojo del Chaplin.
Y sobre la mentalización del equipo dirigido por Antonio Cáceres, sin dudas que fue fundamental en el encuentro ante el azulgrana, porque le regaló pelota y terreno, pero se agrupó bien en el fondo que lo hizo casi impenetrable, obligando al rival tener que disparar desde lejos para quebrar esta defensa y por supuesto que los caños estuvieron del lado del diablo esta vez.
Pero más allá de ello, cunado hilvanó algunos contragolpes, estuvo muy cerca del gol, que más de una oportunidad se lo impidió la actuación del arquero progresista Emiliano Poggio, principalmente dos disparos muy difíciles de Oscar Suárez, antes del gol que iba a conseguir el propio Suárez, también de una gran contra con todo Progreso metido en cancha de Independiente, el cual Christian Herrera la inició y la definió el goleador del rojo. Si bien empató de penal el azulgrana, no le quedó tiempo para intentar dar vuelta la historia del partido. Daniel Bazet Fernández.