Opinion | 07 Oct Con la entrega de equipos informáticos efectuada ayer en el Cerro y La Teja en Montevideo, comenzó la segunda etapa del Plan Ceibal: su instrumentación en la Enseñanza Media. Recibirán computadoras estudiantes y docentes de segundo año de Ciclo Básico de Secundaria y UTU, y serán entregadas a los alumnos de cuarto y quinto año de Bachillerato tecnológico y a los estudiantes de Formación Profesional Básica (FPB). La presidenta del Consejo de Educación Secundaria, Pilar Ubilla, dijo que el programa implica un avance en equidad y la oportunidad de integración social, a la vez de un enorme desafío para los docentes, ya que deben incorporar un nuevo dispositivo didáctico pedagógico. Las autoridades informaron que en comparación con las XO del Plan Ceibal entregadas en Primaria desde 2007, los nuevos modelos poseen mayores capacidades (1 giga bytes de memoria RAM y 8 giga bytes de almacenamiento) y cuentan también con una cámara incorporada, además de una autonomía de dos horas.
Tiene razón Ubilla: la Enseñanza Media enfrenta el gran desafío de incorporar esta nueva herramienta de una forma eficaz y útil. Para eso los docentes tienen que estar capacitados, no sólo en el manejo instrumental de aparato tecnológico en sí mismo, sino --fundamentalmente-- en lo que refiere a la dimensión pedagógica de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Esto implica contar con suficientes conocimientos para efectuar un uso creativo que permita incorporar la computadora en forma eficiente al proceso enseñanza-aprendizaje y desarrollar estrategias, así como emplear recursos didácticos que permitan enseñar de forma innovadora. Poder lograrlo lleva tiempo y no se aprende “por arte de magia”. Es necesario que Secundaria y UTU no incurran en el mismo error que Primaria y capaciten debidamente a sus cuadros docentes, entre los cuales hay muchos profesores que compraron computadoras subvencionadas por el Plan Ceibal y ahora no saben muy bien qué hacer con ellas. Tener en las manos una computadora con conexión a Internet no alcanza para lograr objetivos de equidad e integración social. Para eso es necesario formar en nuevas competencias.