Nacionales | 09 Oct Seis personas perdieron la vida ayer en una colisión frontal entre dos autos ocurrida en el kilómetro 108 de Ruta 3, en el departamento de San José. Una niña de cuatro años llamada Julieta es la única sobreviviente tras salir despedida de uno de los vehículos. Policía Caminera informó que el auto en el que viajaba la niña, un Mercedes Benz, era conducido por Ana Rosa Gallo Pérez de Caputto de 63 años. La acompañaban María Inés Rojas Quintana de 53, María Lourdes Caputto Gallo de 39 y María Eugenia Chapuis Caputto de 10, todas fallecieron y eran oriundas de Salto, desde donde habían partido para participar en un casamiento. Según la Policía, el otro vehículo, un Nissan Sentra, en el que viajaban un productor lechero de San José, Heber Pérez Pérez de 48 años y su hija Sandra Pérez García de 25 --quienes también murieron-- cambió de senda por razones que aún se desconocen e impactó de frente con el Mercedes Benz. Tras la violenta colisión, los vehículos se incendiaron y todos sus ocupantes perecieron carbonizados. El choque ocurrió a la salida del puente que atraviesa el río San José, ubicado al norte de la capital departamental. Según informó “El País”, el impacto ocurrió en un tramo recto de la ruta, con una pequeña loma, que de ninguna manera explica la invasión de la senda contraria por uno de los vehículos. Irma Mabel Umpiérrez, testigo del accidente, dijo que al mediodía estaba en su casa, ubicada a la altura del kilómetro 108 de Ruta 3, en la zona de Chamizo, cuando sintió una fuerte explosión, seguida de dos estruendos posteriores, que le provocaron un ensordecimiento momentáneo. Salió a ver qué sucedía y percibió que en plena ruta el fuego consumía vorazmente dos autos, de los que salían gritos de sufrimiento y demandas de auxilio: “y como surgida de la nada --relató la joven mujer-- apareció una niña que nunca antes había visto”, la que se arrojó a sus brazos llorando.
“Me di cuenta que ese angelito, que después supe tenía 4 años, había huido de las llamas, donde seguramente se carbonizaban los cuerpos de sus seres más queridos”, dice Irma Mabel. La niña, en una crisis de nervios, se quejaba de un dolor en el estómago y decía que su abuela “Loly” estaba dentro del Mercedes Benz siniestrado. Nerviosa, la vecina atinó a encender el televisor con el mayor volumen posible y sintonizar un canal con “dibujitos”, para intentar distraer a la pequeña, mientras llegaba la ambulancia que la trasladaría a San José. Julieta fue ingresada al Hospital de San José y luego derivada al Sanatorio de la Asociación Médica, donde se le practicó una tomografía computada, la que no habría revelado lesiones de entidad. Más tarde fue trasladada al Sanatorio Americano de Montevideo.