Locales | 11 Oct Miles de personas respondieron a la convocatoria para celebrar los 50 años del Monumento a la Virgen María Auxiliadora, a la vera de ruta 3, llegando muchas de ellas -cuando eran las 15.45- en la procesión que partió desde la Basílica Nuestra Señora del Rosario y fue encabezada por los sacerdotes salesianos de Paysandú. Destacable fue el operativo de seguridad que montó la Dirección de Tránsito de la Intendencia, con móviles, inspectores y una serie de conos de color visibles desde lejos por los conductores que transitaban por la ruta.
El fuerte sol hizo que la temperatura ambiental subiera considerablemente, lo que se sintió a pesar de la suave brisa que soplaba en el predio junto a la ruta de acceso y salida de Paysandú hacia el sur. Se instalaron estand para la venta de refrescos y comestibles, se organizó todo en forma por demás correcta e incluso se dispuso de una batería de baños químicos. No fueron pocos los fieles que llegaron con una humilde pero sincera ofrenda floral para depositar en el cincuentenario monumento, del que se dijo: “vaya nuestro recuerdo muy especial al padre Juan Magna Bosco, impulsor de este querido símbolo de fe de nuestra ciudad”.
En este marco hubo quienes se animaron y siguieron la misa concelebrada por los sacerdotes Antonio Mazza, Justo San Francisco, Carlos Bajac y Pedro Silva. El padre Mazza cantó una canción anónima en la cual se pone de manifiesto el valor de la enseñanza de padre y madre así como de mantener la oración.
En su reflexión eucarística el padre Mazza subrayó: “¡qué hermoso esto de estar celebrando a nuestra madre, poder estar dando gracias a la madre de Jesús, ¡qué agradecidos tenemos que estar! Días pasados un señor fue a la Basílica y como estamos en la campaña por su restauración, nos dijo: ‘Padre, yo quiero dar esta colaboración porque tantas veces he pedido a María y ahora quiero que María reciba una ofrenda.
¡Cuántas gracias tendremos que dar en esta vida por la presencia de nuestra Madre!”.
También aludió al valor de la familia que viene de los tiempos bíblicos y se debe mantener, bajo toda circunstancia, en estos tiempos que corren. Valorando la respuesta de los fieles por “haber venido hoy y decirle a nuestra Madre, a Jesús, que estamos aquí. Quizás con mucho sacrificio, caminando o porque aunque así, no lo hiciéramos caminando, nos costó mucho venir por algún motivo de salud y porque no se sale mucho de la casa, así como tantos otros que nos están acompañando espiritualmente”.
La fiesta de la familia tuvo también motivos de esparcimiento que disfrutaron plenamente chicos, jóvenes y adultos presentes en la tarde de ayer.