Paysandú, Lunes 18 de Octubre de 2010
Deportes | 18 Oct Literalmente, fue tocar el cielo con las manos. Independiente, el diablo del barrio Chaplin, todavía no puede creer que dejará el próximo año de vivir en la siempre difícil divisional de abajo, y se mudará a las nubes, a la Primera, a lo más alto del fútbol sanducero, donde ya sueña con ganarse un lugar definitivo.
Las historias de este Independiente que luchó a lo largo de varias temporadas por conseguir el sueño de toda una barriada, que sufrió en los últimos tiempos el haberse quedado en la orilla del ascenso, son muchas. Y, varias de ellas, hasta estremecen.
Pero el presente del diablo es otro. Muy diferente al de las últimas temporadas en el fútbol de ascenso. Y lo vive el plantel, los dirigentes, allegados y el técnico Antonio Cáceres, quien también lleva a cuestas la tarea de presidente.
“Ibamos por el
buen camino”
“Si bien siempre se trabajó bien, no se habían dado los resultados esperados, sobre todo en las finales. Y hacía cinco años que peleábamos por el ascenso, pero no se nos daba”, reflexiona hoy el entrenador, varios días después de aquella locura.
Cáceres asegura que “sabíamos que íbamos por el buen camino, pero estaba por delante el partido que se te tiene que dar, el último. Y esta vez se dio después de una temporada dura, porque somos un cuadro de barrio, que no tiene la infraestructura como uno ve en Rampla, Wanderers o Barrio Obrero”.
“Pero peleamos con lo que hay, con humildad y trabajando en serio, sabiendo que tarde o temprano, si nos manteníamos en este camino, íbamos a alcanzar el objetivo”.
Mucho más que solo fútbol
Hoy, Cáceres dice que Independiente no está solo. Es mucha la gente que se ha arrimado al club, que está aportando su granito de arena, sabiendo que si bien es difícil subir, más complicado es mantenerse en el círculo de privilegio.
“Somos conscientes de que será muy difícil. Pero ya comenzamos a tener reuniones. Vamos a descansar 15 días y después nos meteremos de lleno a planificar, porque la idea es apostar a los juveniles, a la cantera. Esto siempre ha sido difícil para nosotros porque pasa todo por el aspecto económico. Pero tuvimos un impulso grande como fue este título y el ascenso”, reflexiona el técnico y presidente de los diablos. Pero más allá de lo que pasó y lo que se viene, la alegría es interminable. “Uno se pone contento por el barrio, por darle a los gurises una chance en la vida. Porque el fútbol es la vida. Lograron cosas y todavía no hemos caído; nosotros mismos no tenemos experiencia de vivir cosas como esta, pero con el paso de los días nos damos cuenta que vamos a quedar en la historia del club”, dice Cáceres. El técnico, que se muestra tranquilo, reconoce también que en lo personal este logro, este histórico ascenso a Primera que logró por primera vez Independiente en su historia, le cambió la vida.
“La doble tarea, de técnico y dirigente, es mucho trabajo. Y tener el apoyo de la familia es clave. A mí todo esto me sirvió mucho. Todos saben que me tuvieron que amputar una pierna debido a un tumor, por lo que me recosté mucho en la familia y en el fútbol. El fútbol es clave en mi vida, y en esos momentos amargos siempre aparece una alegría. Y esta es inmensa”, aseguró. STB
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