Nacionales | 15 Oct El gobierno acordó con la empresa finlandesa Stora Enso la instalación de una planta de celulosa, 45 días después de poner fin a un tenso conflicto con ese país por un proyecto fabril similar.
Representantes de Stora Enso y del gobierno nacional suscribieron un “memorando de entendimiento” a través del cual la firma europea se compromete a cumplir con todas las fases de su proyecto de inversión que estarán sujetas a las autorizaciones correspondientes.
Stora Enso, que en mayo de 2009 adquirió junto con la chilena Arauco 130.000 hectáreas en Uruguay por 344 millones de dólares, propiedad de la española ENCE, prevé emplazar su usina en la localidad de Conchillas, sobre el Río de la Plata, a 230 kilómetros al Noroeste de Montevideo y a menos de 40 kilómetros de Buenos Aires.
El titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), Jorge Rucks, señaló en la víspera que dicho organismo “presentará antes de fin de año los resultados de los análisis de evaluación ambiental” solicitados por el grupo inversor.
Empero, advirtió que la denominada Autorización Ambiental Previa “no es vinculante” con los consentimientos definitivos que implican “un proceso de análisis en el que se exige la utilización de las mejores técnicas disponibles para el cumplimiento de los estándares de calidad nacionales e internacionales”.
A pesar de la magnitud del emprendimiento y el hecho de ubicarse sobre el Río de Plata, Uruguay “no pedirá permiso” a Argentina para la instalación. En este sentido, fuentes oficiales argumentaron que como la construcción será similar al proyecto de Ence, algo ya avalado por Argentina, no hay necesidad de volver a realizar esta solicitud.
“El proyecto ya fue aprobado para Ence y si mantiene las coordenadas que se aprobaron para esta empresa no es necesario ningún tipo de autorización”, aseguró una fuente.
Sin embargo, no se descarta que en procura de mantener las buenas relaciones que el presidente José Mujica quiere con el Gobierno del vecino país, haya una comunicación formal.