Opinion | 19 Oct El Ministerio de Salud Pública acaba de anunciar el inicio de un programa de salud rural, que será lanzado a fin de mes en Guichón. Según lo informado por el ministro Daniel Olesker, la complementación entre la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) y las policlínicas municipales así como las mutualistas, harán posible atender a aproximadamente el 5% de la población del país.
Esta nueva línea de trabajo del Ministerio de Salud Pública es uno de los compromisos asumidos por el ministro al inicio de su gestión, los otros son los que refieren a la introducción de mejoras en materia de atención de la salud mental y salud sexual y reproductiva.
De acuerdo a lo informado, el nuevo servicio de salud rural deberá contar con la infraestructura mínima necesaria a tales fines, prestaciones básicas que se pueden brindar en el lugar y la institucionalización de rondas que se llevarán a cabo en escuelas rurales.
La llegada de los servicios de salud al interior profundo del país es, no sólo una demanda de la población avalada por los médicos rurales existentes, sino una necesidad real.
Ocurre muchas veces que trabajadores rurales y sus familias que tienen cubierta su salud no pueden atenderse porque no siempre tienen los medios o la facilidad de comunicaciones y transporte para llegar hasta las ciudades y concurrir a la mutualista o el hospital. Las dificultades que muchas veces denuncian los usuarios ciudadanos para acceder a horas de medicina especializada tanto en el sistema público como privado, se agravan muchísimo más para quienes deben viajar desde la campaña para hacer la cola y sacar fecha para atenderse.
Por otro, al menos aquí en Paysandú hay interesantes experiencias de coordinaciones entre los sectores públicos y privado de la salud para la atención en pequeñas policlínicas de localidades donde hay médico residente o que viaja con frecuencia. Es así que en algunos casos ese médico cumple la función que antaño tenía el médico de familia, no sólo porque atiende a todo el grupo familiar sino porque se encarga de visitar enfermos en su casa.
Contar con médicos a mano de la población rural es también un asunto de equidad social y seguramente redundará en un ejercicio más efectivo de la tan mentada medicina preventiva.