Opinion | 20 Oct Cuando los uruguayos que residen en otras partes del mundo deciden retornar definitivamente a Uruguay, pueden hacerlo con sus efectos personales, muebles, electrodomésticos y demás. Incluso pueden ingresar un vehículo y las herramientas necesarias para el ejercicio de su profesión si las hubiere.
La legislación prevé una serie de simples trámites para poder hacerlo y exonera del pago de impuestos que deben pagarse en el caso de importaciones comunes. Y ciertamente los trámites en el exterior son sencillos. Basta con concurrir al consulado respectivo, realizar una declaración jurada, completar una lista de los efectos personales y contactarse con una empresa que arriende contenedores y a su vez que pueda coordinar el traslado marítimo hasta el puerto de Montevideo.
Lo siguiente es contratar los servicios de un despachante de aduanas para que realice los trámites en Montevideo ante la empresa transportadora, la Dirección de Aduanas, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Dirección Nacional de Migración, el concesionario del puerto en que el contenedor es depositado, y una empresa de cargas para trasladarlo desde el puerto hasta el punto de descarga, donde un aduanero debe revisar la mercadería para constatar que lo declarado corresponde con lo transportado.
También el trámite puede realizarse personalmente. Quien elije esta opción ahorra hasta 1.000 dólares pero se mete en un laberinto burocrático difícil de superar, con funcionarios a los que no les importa la tarea, con grandes gastos en transporte, con días perdidos entre oficinas. Y si --como ocurrió recientemente-- la llegada del contenedor coincide con alguna medida gremial, entonces el caos se multiplica, lo mismo que la cantidad de dinero a pagar.
En teoría resulta muy bueno retornar a Uruguay con la mudanza desde el extranjero, pero en la práctica eso a veces no es lo más sencillo. Corresponde al gobierno uruguayo, y especialmente al Departamento 20, tomar en cuenta las malas experiencias actuales para establecer un método de ingreso abreviado para este tipo de contenedores de modo que los que retornan al "paisito" no tengan las primeras decepciones a poco del retorno.