Nacionales | 26 Oct La última batalla
Alianza Progresista está entre la espada y la pared pero dispuesto a dar pelea. En el Frente Amplio no darán lugar al planteo de Alianza Progresista de dar marcha atrás con el proyecto interpretativo de la ley de Caducidad, el cual se votará en el Senado en los próximos días.
Consigna “Últimas Noticias” que el senador Rodolfo Nin Novoa iniciará esta semana contactos con los demás sectores de izquierda en busca de dar marcha atrás con el proyecto. La iniciativa, que ya cuenta con sanción en Diputados, será puesta a consideración del Senado en los próximos días. Pero la Mesa Nacional de la Alianza Progresista “luchará la última batalla para que el proyecto no sea aprobado”, dijo un dirigente del sector. Nin Novoa considera necesario respetar los plebiscitos que mantuvieron vigente la ley de Caducidad. De no prosperar las instancias de negociación, el ex vicepresidente promoverá como segunda opción la modificación de algunos artículos para evitar que la norma interpretativa sea declarada inconstitucional.
El senador socialista Daniel Martínez dijo que en su opinión “se debe agiornar la legislación nacional para evitar barbaries como la vigencia de la ley de Caducidad”. Indicó que prioriza el acuerdo logrado en todos los sectores frenteamplistas para promover la iniciativa, aunque escuchará la propuesta de Nin Novoa. El senador Carlos Baráibar, de Asamblea Uruguay, entiende que “el planteo de Alianza Progresista genera una cierta situación de complejidad dentro del Frente Amplio porque el proyecto ya fue aprobado por la mesa política, el secretariado ejecutivo y una comisión especial que estudió la temática”. Evidentemente, Nin no tiene muchas chances.
Sin libertad de acción
Y la senadora emepepista Lucía Topolansky dejó el asunto bien clarito: no hay libertad de acción. Señaló que la aprobación de la ley interpretativa es un tema “netamente político, por lo que la libertad de acción en este caso no se aplicaría”. Explicó a radio “El Espectador” que no tienen demasiado fundamento los argumentos respecto a que el Frente Amplio no toma en cuenta las dos consultas populares sobre el tema.
Además, Topolansky le solicitó al senador Jorge Saravia que reconsiderara su posición de no votar el proyecto interpretativo, aunque no tuvo éxito. Indicó que la argumentación de Saravia que apunta a que el proyecto interpretativo se opone a la voluntad popular “es un disparate”. Sobre la primera consulta en 1989, aclaró que junto con el voto amarillo (que sostenía la postura de mantener la ley de Caducidad) se sumaban los votos en blanco y anulados, e incluso, recordó que “hubo un clima de mucha amenaza, la propaganda televisiva, que es bueno recordarla, era bastante siniestra”. En la segunda instancia, de octubre del año pasado, Topolansky dijo que los votos que no fueron a la papeleta rosada no se sabe qué intención última tuvieron.
“De Primaria incompleta”
El senador Enrique Rubio está molesto por el nivel del debate sobre el proyecto de Presupuesto y acusó a la oposición de plantear una discusión “de Primaria incompleta”. Considera que se debe incluir a la Universidad de la República en los controles del Instituto de Evaluación Educativa, aún si implica modificar la ley orgánica.
“El debate sobre el Presupuesto es de Primaria incompleta. La oposición ha centrado la discusión en la creación de la figura de los coordinadores departamentales, un tema menor que parece haber partido al país al medio y que de hecho marcó fisuras en algunos grupos políticos. Sin embargo, no se discuten los contenidos sustantivos de un gran Presupuesto. Hablan de esto porque no tienen otra cosa para criticar”, dijo a “Últimas Noticias” el líder de la Vertiente Artiguista.
“No hay que tener tabúes cuando las decisiones son convenientes”, apuntó. En la reforma del Estado, intentará “reforzar” en el Senado la exigencia de concursos de oposición y méritos para los públicos. “Hay muchos que son fábricas de méritos. Llenan el ojo, pero no incorporan conocimiento”, advirtió.
La telenovela de ASSE
Rubio también habló de la polémica en torno a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Sostuvo que tendrá un año de plazo para que su funcionamiento “decante”, pero si se mantienen las críticas, “habrá que buscar salidas. Si es necesario dar giros, habrá que hacerlos, porque el gobierno no puede tener malos resultados cuando aplica un enorme esfuerzo social”. Ratificó su respaldo al ministro Daniel Olesker y lamentó que el área de la salud se haya transformado “en una telenovela de nunca acabar”. “Las políticas que plantea el ministro deben ser ejecutadas, porque ASSE podrá tener autonomía pero no es el encargado de diseñar lo que se hace. Es un ejecutor”, apuntó. “Antes, en cualquier hospital del Interior venían los colorados y metían un colorado y venían los blancos y ponían un blanco. Eso es algo que debemos cambiar. Un equipo vertebral con obras realizadas y buen nivel técnico no puede ser relevado por completo”, dijo.