Deportes | 25 Oct La integración del fútbol uruguayo ha quedado prácticamente en el olvido. Hoy, cuando solo Tacuarembó representa al Interior en la Primera División y algunos otros equipos vegetan intentando subsistir en la divisional de ascenso, no son pocos los que se preguntan qué fin puede perseguirse con el profesionalismo, después de pasar raya.
Paysandú, por ejemplo, tuvo dos equipos profesionales, tal como sucedió también en Colonia, que hoy tiene como representante a Plaza en la Segunda División Profesional. Lo cierto es que después de varios años jugando en Primera y el ascenso, Paysandú Bella Vista decidió retornar a casa y meterse de lleno en el ámbito local, mientras que la otra aventura, la del Paysandú FC, duró menos y terminó por diluirse en la segunda división.
Más allá de que se podrán rememorar aquellas jornadas en el Estadio Artigas cuando Nacional y Peñarol se daban una vuelta por Paysandú, o el movimiento generado en la ciudad cada vez que había actividad de Primera División, la integración de los equipos sanduceros al profesionalismo dejó una huella marcada y en varios aspectos.
Es que mientras Paysandú Bella Vista sigue en su lucha por intentar cobrar el dinero que le adeuda Bella Vista capitalino por el pase de Egidio Arévalo Ríos, dejando en claro lo indefenso que está el fútbol del Interior respecto al profesionalismo y sus intereses, la realidad indica que tanto los papales sanduceros como el Paysandú FC dejaron deudas enormes tanto en el seno de la Asociación Uruguaya de Fútbol como en la Mutual Uruguaya de Futbolers Profesionales.
Deudas millonarias
El paso de Paysandú Bella Vista y Paysandú FC por el profesionalismo generó deudas de todo tipo y color. Ya conocido es el esfuerzo de algunos pocos dirigentes de los papales para cubrir en su momento la insólita deuda con el entrenador Voltaire García, a quien se le firmó contrato por tres años pero con una cláusula en la que se establecía el pago de la totalidad del contrato en caso de que fuera cesado, superando ampliamente el pago de los tres meses que habitualmente se establecen. Lo cierto es que esta situación fue el inicio del fin de la aventura profesional de los papales, ya que se trataba de un monto aproximado a los 200.000 dólares.
Y del lado del Paysandú FC también hubo que hacer frente a deudas importantes, que terminaron por cortar desde abajo el sueño profesional.
Pero lo cierto es que, más allá del esfuerzo, las deudas les ganaron a los dos clubes. A tal punto, que siguen debiendo importantes sumas de dinero tanto a la AUF como a los jugadores que alguna vez militaron en sus filas.
La cifra de lo que se adeuda en la AUF no ha salido a la luz ya que, según se indicó a EL TELEGRAFO desde el seno rector del fútbol uruguayo, es un dato que solo puede ser proporcionado a los dirigentes de ambos clubes. Pero, en el caso del Paysandú Bella Vista, rondaría los 300.000 dólares según algunas versiones extraoficiales que no fueron confirmadas.
Pero sí se conoce el dinero que ambos clubes deben todavía a los jugadores que alguna vez vistieron sus camisetas e hicieron sus reclamos en vano --al no poder cobrar lo que les correspondía--, según los datos proporcionados a EL TELEGRAFO por parte de la Mutual.
La lista interminable
Paysandú Bella Vista le debe dinero a 27 jugadores, todos ellos sanduceros. Algunos siguen en actividad, incluso dentro del club pero en el ámbito local, mientras que otros han colgado los zapatos.
La aventura profesional de los papales dejó el saldo de $ 610.646 al mes de enero de 2004, solo en deudas con los futbolistas. Pero hoy, la deuda se ha incrementado sensiblemente, al punto que los intereses por IPC han llevado la cifra a $ 903.145 al día 28 de setiembre, fecha en la que la Mutual envió el informe solicitado por EL TELEGRAFO.
Si bien la cifra es mucho más grande de lo imaginado, más increíble es todavía la deuda que mantiene en la Mutual el Paysandú FC, teniendo en cuenta que el equipo blanco tuvo una vida mucho más corta en lo profesional que Paysandú Bella Vista.
Paysandú FC le adeuda a 32 jugadores, pero en este caso no son todos sanduceros sino que hay profesionales reconocidos, algunos de los cuales siguen en actividad y otros se han alejado de la práctica activa del fútbol, o bien se han volcado a la dirección técnica.
Los números en rojo que dejó el Paysandú FC con los jugadores era de $ 962.302 al mes de julio de 2007, pero al sumarse los intereses por IPC la cifra supera el millón de pesos: $1:189.213.
Es decir que, entre ambos clubes, la deuda que mantienen con los futbolistas es de nada menos que $ 2:092.358, cifra que forma parte, en definitiva, del legado de haberse sumergido en la aventura de ser profesional.
Eso sí, más allá de la rivalidad que tenían en el terreno de juego, Paysandú BV y Paysandú FC comparten todavía alguna coincidencia más allá de los números en rojo: le adeudan a jugadores en común, como por ejemplo a Danilo Bordet y Jonathan Píriz, que vistieron sus colores en diferentes etapas.

DEUDAS DEL PAYSANDÚ BV
Alvarez, Oscar
Bandera, Ricardo
Bianchi, Julio
Bicca, Juan
Bidondo, Ruben
Bordet, Danilo
Caratte, Mauro
Cejas, Ruben
Di Santo, Mauro
Leiva, Agustín
Machado, Ronald
Merentiel, Alfredo
Merentiel, Julio
Murieda, Ricardo
Patritti, Paolo
Peralta, Schubert
Pérez, Guillermo
Píriz, Jonathan
Rotundo, Eduardo
Rotundo, Gustavo
Ruiz Díaz, Diego
Schneider, Ignacio
Silva, Pierre
Torres, Rodrigo
Vega, Pablo
Zardo, Oscar
Nota: datos suministrados por la Mutual

DEUDAS DEL PAYSANDÚ FC
Aramburo, Enrique
Basualdo, Mauro
Bordet, Danilo
Burutarán, Joaquín
Callejas, Christian
Cejas, Heriberto
Cuder, Walter
Díaz, Gustavo
Díaz, Víctor
Ferrari, Enzo
Gallo, Oscar
González, Christian
Güelmo, Garlos
Gularte, Juan
Lofiego, Alejandro
Martínez, Danilo
Martínez, Sebastián
Moncecchi, Jorge
Ortiz, Pedro
Pesce, Uriel
Píriz, Jonathan
Ríos, Mario
Rodríguez, Juan
Rodríguez, Pablo
Rosas, Mario
Ruiz, Jonathan
Saavedra, Joan
Savornín, José
Soria, Hugo
Techera, Nelson
Tejería, Gustavo
Valery, Sone
Nota: datos suministrados por la Mutual