Opinion | 26 Oct Recientemente la Dirección Departamental de Salud presentó al Comité Departamental de Emergencias el resultado de un muestro realizado en Paysandú que indica un bajo nivel de infestación por el mosquito aedes aegypti, transmisor del dengue.
El estudio señala que sólo hay un 1,2% de infestación por este vector, siendo el nivel más bajo en la pre temporada de verano en muchos años. Una cifra similar se obtuvo por otro método de muestreo, la encuesta casa a casa que se realiza desde hace ya también varios años.
Las autoridades de epidemiología encargadas de la vigilancia local adjudican como causa de esta situación al hecho de que aún no han comenzado los días verdaderamente calurosos y por eso la población de mosquitos es baja aún, y también la importante actividad de descacharrización realizada el último invierno con la colaboración de grupos del Ministerio de Desarrollo Social que trabajaron casa por casa invitando a las personas a que se desprendieran de todas aquellas cosas que no necesitaban.
Se traba de buenas noticias en un contexto regional que sigue siendo preocupante en relación a la transmisión del dengue, una enfermedad que está presente en la región y sobre la que incide no sólo la tropicalización del clima de nuestros países sino también los hábitos y costumbres de la gente.
Ocurre que el mosquito transmisor del dengue puede ser controlado si todos contribuimos a cortar su ciclo de reproducción, no ofreciéndole objetos donde pueda acumularse agua. En este sentido, la eliminación de nuestros patios y fondos de todo ese tipo de objetos --que van desde una tapita de refresco a otros más notorios como tarros, baldes o neumáticos--, es lo que contribuirá no sólo a alejar al aedes aegypti sino también a los mosquitos comunes.
En este aspecto el rol que juega cada vecino es fundamental puesto que las fumigaciones no son eficaces si no se corta el ciclo por el cual el insecto nace, vive y se reproduce.
Después de muchos años de trabajo de concientización y exhortaciones a que los vecinos colaboren en estas tareas parece que, finalmente, el esfuerzo está dando sus frutos. Sin embargo, resulta importante no bajar la guardia ni descuidarse sino que, por el contrario, debemos esforzarnos en mantener nuestros espacios libres de la presencia de este vector.