Paysandú, Jueves 04 de Noviembre de 2010
Rurales | 28 Oct PASO HONDO, Tacuarembó (Por Pablo Blanc). Resumir lo observado en la víspera en el establecimiento “La Esperanza” de Alejandro Gambetta nos permite certificar claramente que la invernada de corderos es muy buen negocio. Ante un centenar y medio de productores y técnicos de diversos puntos del país, el principal del establecimiento expuso sobre las alternativas utilizadas este año para mejorar la eficiencia productiva en corderos.
Uno de los puntos importantes de la jornada fue la mesa redonda que reunió a todos los sectores de la cadena: Gambetta como productor; Juan Lema de Marfrig y Rodrigo Dos Santos por San Jacinto --ambos integrantes de la industria--; Fabio Montossi del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y Gerardo García Pintos del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) --ambos de los institutos de investigación ovina--; Alejandro Nin por Central Lanera Uruguaya (CLU) y José Taddeo por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), por el sector oficial.
Todos fueron coincidentes en el muy buen momento del rubro pero también dejaron en claro que se debe seguir trabajando unidos como en los últimos tiempos.
La experiencia
Gambetta utilizó tres opciones para 2.400 corderos: invernada a baja carga en campo natural con 960 corderos; invernada en verdeos de avena para 240 corderos, e invernada en verdeos de raigrás para 1.200 corderos.
Gambetta efectuó algunos comentarios de la experiencia de pastoreo controlado de avena, indicando que se logró muy bajas ganancias diarias, a pesar de la buena disponibilidad de la pastura a la cual ingresaban los corderos.
Agregó que fue difícil el manejo de la pastura. Se comenzó con una dotación de 30 corderos por hectárea, luego 40 corderos y terminó con 22. Respecto a la calidad de la avena, dijo que bajó mucho hacia fines de junio.
Además, se apreció bajo peso de faena de los corderos puros y el 16% no se embarcó. “A pesar de todo el negocio fue bueno, debido a la valorización de los kilos flacos que se duplica”, dijo Gambetta a EL TELEGRAFO.
Comparó el manejo efectuado con el raigrás, donde los animales que fueron suplementados lograron un desarrollo interesante. Fueron 30 corderos por hectárea frente a 26 que no se suplementaron, que lograron 300 gramos por cordero por día, con silo de sorgo de grano húmedo.
Los que se manejaron con raigrás obtuvieron U$S 46,1 de margen por corderos y los que a su vez tuvieron suplementos, U$S 51,1. En el caso del margen en dólares por hectárea, los corderos con suplemento lograron U$S 1,564 y sin suplemento U$S 1,209.
Por el pastoreo controlado de raigrás se consiguieron buenas pasturas diarias para el tipo de pastura y dotación utilizada; el manejo de parcela diaria permitió manejar mejor la pastura y aumentar la dotación; el pastoreo horario permitió un uso más eficiente de la pastura.
De todo esto se desprende que el raigrás “se adapta muy bien a la invernada de corderos, para sacar más carne y lana por hectárea; con este tipo de mejoramientos, los resultados productivos son muy seguros”.
Gambetta sostuvo que una baja suplementación energética a los corderos “nos permitió aumentar dotación y lograr mejores resultados productivos y económicos”. El productor evaluó que los resultados económicos del año 2010 para la invernada de corderos “son los mejores de la historia”. Con los actuales valores de la carne ovina y de la lana, “es muy competitivo y a su vez complementario con otros rubros”. Gambetta aclaró que “haciendo las cosas bien, con los ovinos obtenemos muy buenos resultados productivos y económicos”.
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