Policiales | 31 Oct Tras una larga investigación iniciada por personal de la Bepra en las últimas horas fue aclarado un caso de faena clandestina ocurrido a fines del pasado mes, en un establecimiento rural próximo a Chapicuy. Tras practicar varios allanamientos en Salto, la Policía localizó los cortes en una carnicería de Salto, así como un arma larga.
Según datos extraoficiales obtenidos por EL TELEGRAFO, a fines de setiembre un productor rural residente de las cercanías de Chapicuy denunció que extraños habían ingresado a su establecimiento, ubicado camino a la Meseta de Artigas, donde dieron muerte a cuarto vacas de su propiedad. Los animales presentaban orificios de bala correspondiente a un arma de fuego calibre .22 y fueron hallados sin los cuartos, paletas y lomo. Del procedimiento se hizo cargo la Brigada Especial de Prevención y Represión contra el Abigeato (Bepra), el que incluyó toma de muestras de ADN de cada uno de los vacunos.
Siguiendo una línea de investigación que hacía presumir que la carne podía haber sido ingresada al departamento de Salto, los efectivos actuantes se trasladaron hasta allí para practicar averiguaciones. En un operativo desarrollado en forma conjunta con el personal policial de la Bepra de Salto, efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) e inspectores de Instituto Nacional de Carnes (INAC) allanaron dos carnicerías salteñas, logrando incautar carne y chacinados que arrojaron un total aproximado a los 1.600 kilos. En uno de los comercios cárnicos establecido legalmente no se halló nada fuera de lo normal, pero en un recinto contiguo encontraron en funcionamiento una fábrica de chacinados, por lo que se decomisó 1.500 kilos de embutidos y carne destinada a la elaboración de estos productos.
En tanto, desde la otra carnicería, de funcionamiento ilegal, se incautaron 120 kilos de carne que presentaba restos de pelaje, pasto y tierra, y de la que no se obtuvo documentación, por lo que se presumió había sido obtenida de una faena clandestina, siendo también sometida a prueba genética.
En la chacra del propietario del local en cuestión, de iniciales S.M.C., de 46 años, incautaron preventivamente un rifle calibre .22. Indagado, manifestó que un desconocido le llevó la carne, cuya procedencia desconocía, a bordo de un auto de alquiler marca Fiat Uno.
Elevados los antecedentes a la órbita judicial, se dispuso su comparecencia en la sede, pero una vez tomadas las declaraciones, el juez dispuso que recuperara su libertad.
Asimismo, ordenó la donación de la carne al plantel de perros, al refugio de la Protección y Defensa de los Animales (Prodea) y al zoológico. Sin embargo, habiendo cotejado los resultados de las pruebas de ADN de los cuatro vacunos carneados con los obtenidos de la carne incautada en la segunda carnicería, coincidieron, por lo que se espera una nueva disposición judicial.