Nacionales | 04 Nov Con los votos del Frente Amplio y del sector nacionalista Alianza Nacional (21 en 29 senadores presentes), y gran polémica, el Senado aprobó ayer el proyecto de ley que flexibiliza el secreto bancario y grava con Impuesto a la Renta los intereses de los depósitos en el exterior de residentes en Uruguay. El texto original fue modificado en negociaciones entre la bancada de gobierno y el sector que lidera Jorge Larrañaga. De acuerdo a la versión final, el juez “sólo” hará lugar a la solicitud para levantar el secreto bancario cuando la administración tributaria haya acreditado la existencia de “indicios objetivos” que “hagan presumir razonablemente” la existencia de evasión por parte del sujeto pasivo, y “siempre” que la información solicitada resulte necesaria para la correcta determinación de adeudos tributarios o tipificación de infracciones. El tema generó en el Senado un duro debate, aunque finalmente alcanzó la media sanción. “El proyecto de reforma del secreto bancario se votará con seguridad esta semana y está motivado por la cooperación internacional”, dijo el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, al defender el proyecto en Argentina en el marco de la cuarta conferencia anual que organiza la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). “Viene de las cosas que comenzaron a discutirse en 2008, en un contexto de mayor cooperación internacional y siguiendo los estándares del resto del mundo. Esto pese a que no nos parece bien que un par de países con mucha voz fijen esos estándares al resto de los que poco pueden hacerse oír y sin tener en cuenta sus consideraciones”, añadió Lorenzo. Estas medidas son tomadas a impulso de los reclamos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con la finalidad de salir de la denominada “lista gris”. Por su parte, el senador colorado Pedro Bordaberry, líder de Vamos Uruguay, dijo que con la propuesta del secreto bancario el gobierno uruguayo “se puso de rodillas” ante los organismos internacionales y reconoció “con tristeza” que Luis Alberto Lacalle tenía razón cuando le dijo a los inversores que esperaran a noviembre para invertir en Uruguay. La semana previa a las elecciones internas, cuando era precandidato por el Partido Nacional, Lacalle aconsejó a los inversores que esperaran hasta después de noviembre cuando se conociera quién ocuparía la Presidencia de la República para invertir. Tras recibir duras críticas de la izquierda, días después, el líder blanco matizó sus dichos, uno de los errores que los analistas señalaron en su campaña electoral.