González ganó en México

Deportes | 31 Oct La primera incursión en Estados Unidos, en medio de gran expectativa y también incertidumbre, resultó exitosa. Noé González tiró en el sexto asalto al mexicano Michi Muñoz, como para transformar la incertidumbre en confirmaciones, y nada menos que en la meca del boxeo mundial. Y, si faltaba una muestra más, “El Carbonero” liquidó en la madrugada de la víspera a otro mexicano, Antonio Arras, al que venció también por nocaut técnico, ahora en el noveno asalto y en Mexicali.
El pugilista uruguayo volvió a dar muestras del poderío de sus puños, de la inteligencia a la hora de trabajar cada pelea. Otra vez, como sucedió cuando noqueó a Mariano Carrera en el mismísimo Luna Park --con fractura de mandíbula incluida--, y cuando volteó a Muñoz, González dejó su marca fuera de fronteras.
Pero esta pelea interesante en lo previo, más allá de que el pandense llegaba como favorito pero se enfrentaba a otro pegador, dejó como saldo mucho más que un nuevo y contundente triunfo en el exterior: le permitirá nada menos que pelear el 9 de enero, en el Conrad de Punta del Este, por el título mundial del CMB de los Medianos.
Tan importante fue este paso que dio González en la madrugada uruguaya de la víspera en México, que podría ser el punto de partida para que Uruguay festeje, por primera vez en la historia del boxeo celeste, un campeonato del mundo.
No le importó ser otra vez visitante en serio; tampoco que el rival, acostumbrado a estas lides, no se diera por vencido jamás. González apostó otra vez a la planificación, a estudiar el movimiento del rival, a medir cada golpe y a ir al cruce cuando fue necesario. Y la definió antes del límite, figurita repetida en la carrera del pandense, que llevó su foja a 25 victorias, 17 de ellas por nocaut, contando con una única derrota a lo largo de su carrera. Y, esa mancha, es producto de un intento de conseguir el título de la WBA.
Pero ahora la historia es diferente. González llegará preparado a su nuevo desafío, a diferencia de lo que sucedió en 2007 ante el alemán Felix Sturm. Y tendrá, sin lugar a dudas, el apoyo de todo un país que palpita desde ya la posibilidad de que el boxeo uruguayo pueda tener su primer campeón mundial.