Raúl de Horta

Rurales | 02 Nov Ser elegido para que en su establecimiento se realice una jornada sobre calidad de la leche, es sinónimo de trabajo serio y responsable. Así lo entendió Raúl De Horta, quien recibió en su tambo a productores de la zona, que participaron en la actividad promovida por el Instituto Plan Agropecuario y la Mesa Lechera del Litoral.
Quienes llegaron minutos antes del inicio de la jornada quedaron admirados de las cómodas instalaciones, no sólo para el trabajo del personal, sino para el manejo del ganado.
Para ilustrar lo observado, debe considerarse que desde que las vacas llegan al corral tienen amplios comederos y bebederos. El corral de espera es de piso duro y con inclinación para que no ingresen al ordeñe con barro.
Además, la fosa es amplia y cómoda para el operario. Los vientres que terminan el ordeñe salen hacia atrás, pero el ganado que se está ordeñando en esos momentos no lo ve debido a la colocación de mamparas en donde se ubican los comederos.
“Buscamos la comodidad para la gente, porque si bien es un trabajo medio bravo, tratamos de simplificarle la actividad dentro de lo chico que somos como tamberos y el volumen de vacas que disponemos”, señaló Raúl De Horta a EL TELEGRAFO. Indicó que se va obteniendo el máximo de calidad “para lo cual cuidamos los aspectos atinentes a las células somáticas y bacterianas, por lo que no nos han llamado la atención desde la industria a la cual remitimos”. Acotó que “siempre puede escaparse algo, pero intentamos que eso no suceda”.
Los controles sanitarios son permanentes en el tambo ubicado a 900 metros del Monumento a la Virgen, ingresando por Ruta 3, al igual que el seguimiento de la higiene, “haciéndose especial hincapié en esto. A veces puede haber algún cambio en el operario, por el libre o alguna rotación, pero ese control lo realizo personalmente”, dijo el productor.
Indicó que “hay un control de la máquina de ordeñe, se cambian las pezoneras cada 6 o 7 meses y se cuida mucho la higiene del animal, que salga sin leche y utilizando todos los productos para su sanidad”.
Explicó que este año “se ha realizado una prueba con el raigras y funcionó bien, porque en estas fechas ya se va endureciendo y semillando, por lo que tiene un poco menos de calidad”.
De Horta posee 30 hectáreas en propiedad y unas 30 más que son arrendadas.
En total son 90 vacunos de los cuales se ordeñan 60 actualmente. El inconveniente que se le presenta es que lo arrendado son “pedacitos muy dispersos y en donde nos complica la falta de agua, para lo cual nos manejamos con dos zorras para esos lotes, llevándoles agua todos los días”.
Los animales vacíos permanecen en el predio cercano al tambo. “Los machos se venden prácticamente desde el nacimiento, ya que hay gente interesada en la cría, mientras que las hembras siguen en el tambo”.
En el caso de los vientres, “tratamos de criarlas lo más que podemos; pasamos la primavera y al llegar al otoño sacamos las que den el peso para el campo de recría de Tierras Coloradas (kilómetro 117 de ruta 26)”, dijo el productor.