Rurales | 07 Nov El encargado del Área de Estudios Agronómicos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), José María Ferrari, sostuvo que el año 2009 mostró a nivel nacional un descenso en el valor de la producción agropecuaria bruta total, lo que determinó una caída de la producción pecuaria y la silvicultura, en tanto otros rubros se mantuvieron y algunos como la soja y los cítricos registraron aumentos.
Sostuvo que lo importante es asociar estas variaciones a la caída global que registraron los precios de las principales materias primas agropecuarias desde fines de 2008 hasta el primer semestre de 2009. Las excepciones están asociadas a rubros --como la agricultura y en particular la soja--, que compensaron la caída de precios con aumentos en la producción.
Al reseñar los contenidos del Anuario Estadístico Agropecuario 2010 de DIEA, que se divulgó recientemente, Ferrari dijo que la obra tiene la virtud de evaluar la situación actual de la producción, pero también brinda una perspectiva de cómo ha venido evolucionando, ya que se presentan series de varios años que contribuyen a que los usuarios perciban cómo se comporta la tendencia en los diferentes rubros.
Según los datos que miden la producción agropecuaria, en dólares, para el período 2005/2008, la pecuaria es responsable de prácticamente el 50% de la producción valorizada, la agricultura se ubica segunda con 44% y la forestación o silvicultura en tercer lugar. Este período muestra lo que ha sido la tendencia tradicional, dijo.
Sin embargo, en 2009 se revirtió dicha tendencia y la agricultura pasó a ser el 56% --incluyendo la de secano, el arroz, la fruticultura y la horticultura--, la pecuaria cayó al 37% y luego siguió la silvicultura.
Al explicar la caída en la producción de la ganadería vacuna y lanar, Ferrari dijo que lo primero es que los stocks --tanto el vacuno como el lanar-- registran descensos. En vacunos, el rodeo de cría se mantuvo relativamente estable hasta 2009, cuando cayó por debajo de las cuatro millones de cabezas. El ovino, luego de un leve repunte en 2006, viene cayendo sistemáticamente en los últimos cuatro años.
Por otra parte, la faena habilitada de vacunos llegó a un máximo de 2.400.000, bajó a 2.100.000 en 2007, a 1.960.000 en 2008 y se situó en 1.900.000 en 2009, con una elevada participación de hembras. En ese marco, las vacas adultas alcanzan al 40% del total y si se agregan las vaquillonas de cuatro y seis dientes, se supera el 50%. Por su parte, la faena de novillos disminuyó en todas las edades, respecto a años anteriores.
Con las cifras a la vista, un stock que disminuye en términos absolutos, una población algo menor de hembras adultas y con una tasa de procreo que depende de las condiciones de alimentación, manejo, sanidad y donde el clima también juega su papel, nos permite decir que la máquina está en problemas. Esta situación revela una suerte de contradicción con el objetivo prioritario de incrementar las exportaciones, explicó Ferrari.
En lanares, la situación es más perversa --sostiene el informe de Pedro Silva para El Observador--, dado que se asiste a un período de precios permanentemente crecientes en carne ovina y lana, en un escenario donde la majada nacional sigue cayendo. En este contexto la extracción supera a la reposición. El abigeato no contribuye a una apuesta al crecimiento de la majada, dijo el técnico.
Una debilidad es que a nivel agregado la tasa de procreos (o marcación de terneros) se ubica en torno al 66% en promedio, dependiendo de las condiciones climáticas, la producción de pasturas y el manejo, entre otros factores. Esto replantea el desafío de mejorar los indicadores de la cría, en la medida que tiene como contrapartida aumentos en la producción y en las exportaciones, en concordancia con el objetivo de país agroexportador, agregó.
Lechería
La producción de leche tuvo una leve caída en 2009. Los últimos 20 años muestran una caída del número de productores remitentes (en torno al 50%), mientras la remisión diaria promedio por productor se multiplicó por seis, lo cual revela aumentos en la escala de los predios y la adopción creciente de tecnología, dijo Ferrari.
La mejora continua en indicadores de producción por hectárea y por vaca, demuestra el arraigo y la vocación de los tamberos, ya que, aún en situaciones difíciles de la relación insumo/producto, mantienen dentro de límites razonables niveles de inversión para que el tambo no se desarme o desestabilice, concluyó.
Forestación
En 2009, la extracción de madera cayó 12%, respecto a los incrementos de 2008. La madera rolliza es el rubro predominante que encabeza la estadística.
En lo que respecta a la superficie forestada bajo proyecto registrada por la Dirección Forestal hasta 2008, alcanza a unas 812.000 hectáreas.
En ese año, la instalación de nuevas plantaciones fue de 42.500 hectáreas.