Nacionales | 02 Nov Unos 400 trabajadores que mantenían ayer ocupada una planta embotelladora de Coca-Cola, situada en la zona montevideana de Carrasco, resolvieron levantar anoche la medida, tras una gestión del gobierno. La Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) rechazó un planteo del Ministerio de Trabajo y continuó hasta anoche con la ocupación. La Dirección Nacional de Trabajo intentó en la víspera distender la situación de conflicto en el sector de la bebida, que incluía la ocupación de la planta de Montevideo Refrescos, con amenaza de los trabajadores de extender la medida a otras similares. Los afiliados al sindicato tomaron esta medida luego de una semana de conflicto, donde denunciaron incumplimientos al convenio laboral por parte de la empresa. El director nacional de Trabajo, Luis Romero, dijo a radio “El Espectador” que se convocó a las partes para tratar de encontrar una fórmula de acuerdo, agotando todas las instancias posibles “antes de que la cosa se vuelva más complicada”. “Una vez citados en el Ministerio de Trabajo y en busca de no agravar las cosas, cada parte sabe lo que tiene que hacer. Estamos tratando con dos partes que están acostumbras a negociar. Si alguna parte entiende que el Ministerio puede jugar una actuación, nosotros lo hacemos y planteamos una mediación entre las partes”, añadió. Pese a la solicitud del gobierno, el dirigente Richard Read dijo que la FOEB cumplirá el cronograma previsto. “Les dijimos que no, que desalojábamos a las 10 de la noche, como estaba previsto por la Federación, que era una ocupación de un día entero, acá, en Coca Cola”, explicó. Desde el Centro de Fabricantes de Bebidas sin Alcohol y Cervezas se repudió a través de un comunicado la ocupación, una medida que “atenta contra el ordenamiento jurídico y es violatoria de derechos consagrados en la Constitución, como la libertad de trabajo y de empresa, seguridad jurídica y libre circulación”. Calificaron la medida como “desproporcionada y radical”, en medio de una negociación en donde dicen que el Centro ha sido “ampliamente receptivo” a los reclamos de los trabajadores.