Opinion | 04 Nov El cuidado de los espacios públicos debería ser una tarea que nos involucre a todos. Sin embargo, no siempre ocurre así y más de una vez debemos lamentar desde descuidos no intencionales pero imperdonables hasta verdaderos actos de vandalismo.
El inicio de los días cálidos y la actual bajante del río Uruguay, así como la colocación de arena en el marco de los trabajos de preparación de las playas que viene realizando la Intendencia, la gente se está arrimando cada vez más a la costa del río Uruguay. Con la intención de “desenchufarse”, tomar sol o unos mates junto al río, ya se ven a distintas horas del día grupos de personas haciendo uso de ese espacio público.
Durante el verano, hasta cinco mil personas en un día de fin de semana llegan a disfrutar de las playas, lo que obliga a una intensificación de los servicios de limpieza del predio puesto que a pesar de existir lugares para disposición de residuos, éstos no siempre son tenidos en cuenta por los visitantes.
Es lamentable ver --pero ocurre más seguido de lo que quisiéramos--, cómo hay personas que se sienten con derecho a dejar tiradas bolsas de nylon con restos de comida, envases o papeles cuando se van de la playa. Lo mismo ocurre en los arroyos cercanos a la ciudad.
Ese desinterés y desaprención tiene necesariamente que ser rechazado puesto que a nadie le gusta recibir sucio el espacio público que alguien usó antes y, porque además, este tipo de conductas atenta contra la salubridad e higiene pública --cuyo mantenimiento tiene un costo que, de alguna forma, todos pagamos-- y da cuenta del escaso compromiso de algunos vecinos con su propia ciudad. ¿Tanto cuesta acaso llevar los desperdicios de regreso a casa en una bolsita y descartarlos junto a los del hogar?
Una vueltita por la playa en estos primeros días de calor alcanzó para reafirmar una vez más que la educación y toma de conciencia de la responsabilidad de cada uno en las cosas de todos sigue siendo tan necesaria como contar con la cantidad suficiente de tachos de basura estratégicamente ubicados en nuestros espacios públicos.