Joaquín Abraham

Rurales | 08 Nov En los Enduro de Criollos no solo sirve ganar para ser el mejor. Sino que la consecuencia, el cuidado del animal y las ganas de divertirse son fundamentales, y así lo entendió Joaquín Abraham en la categoría de peso libre. Este pequeño sanducero “es todo un personaje”, comentaban a EL TELEGRAFO quienes todos los meses desarrollan sus actividades en el entorno de los Enduro de la raza Criolla.
Es que no es normal competir en un Enduro con solo 7 años. Son 50 kilómetros en dos etapas de 30 y 20 kilómetros cada una que el jinete debe soportar. A esto se suma el clima. Algunas etapas fueron con mucho frío e incluso con lluvias en Guichón, y el sábado pasado se disputó la etapa con altas temperaturas. Siempre acompañado por sus padres Manolo y Analía, Joaquín se debate de cada competencia con jinetes que le llevan varios años, pero eso no lo amedrenta y corre a la par de todos con su yegua “Tranca Rumbeadora”, animal origen de cabaña “El Rumbo” pero que representa a cabaña “La Caleta”, en la zona de Constancia. Siempre corrió con los de la categoría de 50 kilómetros y logró interesantes ubicaciones para su edad. Pero lo cierto es que de las 5 etapas ganó 3, en una fue segundo y en la otra el animal no bajó las pulsaciones, por lo que muy merecido tiene ser el mejor del Enduro de Criollos en la categoría de peso libre.