Nacionales | 08 Nov “Manso corderito”
De “manso corderito”, aunque sin mencionarlo directamente, calificó al senador blanco Jorge Larrañaga el secretario general del Partido Colorado Pedro Bordaberry, en su columna semanal, en la que recordó que “el guapo” antes lanzaba “acusaciones e insultos” a la izquierda.
Bordaberry y Larrañaga protagonizaron un áspero enfrentamiento la semana pasada en el Senado cuando se votó el proyecto de ley que flexibiliza el secreto bancario, apoyado por Alianza Nacional y rechazado por el resto de la oposición.
Bordaberry escribió en su columna semanal publicada en las redes sociales Facebook y Twitter, que si aprobaba ese proyecto -que sí se aprobó- “nos estábamos poniendo de rodillas ante la presión de un organismo internacional (la OCDE) y los países desarrollados”.
Agregó que “otro legislador”, que dio su voto afirmativo -Larrañaga- “se sintió ofendido y expresó, palabras más, palabras menos, que nunca pensó escuchar en el Senado palabras tan ofensivas como las que yo había expresado”.
“Viejo estúpido”
Pero mientras el legislador sanducero hablaba, Bordaberry buscaba en Internet sus discursos y encontró que en 2005, Larrañaga, cuando se votó en comisión un tratado de inversiones con Estados Unidos, calificó de “tonto, imbécil, viejo estúpido” al ex senador frenteamplista José Organogenia y a los senadores oficialistas como “del club de serviles de los Estados Unidos”.
Entonces Bordaberry explicó en su columna: “ante el ataque de que fui objeto no resistí la tentación de contestar y le recordé a quien veía paja en mi ojo, la viga que tenía en el suyo”. Y concluyó: “creo que todo esto encierra un gran peligro. Afecta la credibilidad de la gente en los políticos, y en definitiva en el sistema político. El ciudadano que vota ¿no se sentirá estafado cuando ve que aquel a quien votó cambia de esa forma y sin explicación alguna lo que afirmaba? ¿No se sentirá que no lo representa aquel que ayer lanzaba acusaciones e insultos y hoy aparece como un manso corderito?”.
Ausencia de dinamismo legislativo
“Es notoria la ausencia de dinamismo legislativo en este primer año”, dijo el coordinador de la bancada de Diputados del Partido Colorado, aludiendo al reducido número de leyes aprobadas este año. “No le transfiero la responsabilidad a mis colegas del Frente, es un debe del Ejecutivo. No llegan iniciativas del gobierno con el dinamismo que debería, incluso si se compara con el período de gobierno anterior”, agregó.
“Salvo el Presupuesto, no están las reformas estructurales y profundas que anunció el gobierno de José Mujica. Todavía estamos esperando la reforma del Estado, pero es nada lo que vino en el Presupuesto sobre ese tema”, concluyó Germán Cardoso.
“Capaz la lógica de este gobierno es evitar el exceso de normas”, dijo sobre el mismo tema Jaime Trobo, coordinador de la banda de diputados del Partido Nacional. “Lo cierto es que el Ejecutivo dedicó mucha fuerza a integrar organismos antes que a crear leyes”, agregó. Y recordó entre lo poco que llegó al Parlamento “la ley de emergencia del sistema carcelario, pero no es una ley de contenidos, sino de recursos”.
“Como decía un amigo, los uruguayos creemos que todo se arregla con leyes y a veces eso no es así. No hay que desesperarse”, dijo en tanto la coordinadora de la bancada de Diputados del Frente Amplio, Daisy Tourné. Explicó que la cantidad de proyectos enviados por Vázquez al Parlamento en su primer mes de gobierno se debieron a que se vivía “en otro contexto”.
“Las grandes reformas ya se hicieron. Ahora hay otro ritmo, el Presupuesto consumió mucho tiempo y es lo más importante de este año”, dijo Tourné, aunque admitió que “hay áreas en las que todavía no se ha avanzado mucho”.
“Deja de ser compañero”
“El senador Saravia está dejando de ser un compañero”, dijo el diputado frenteamplista Alvaro Vega. “Igualar el terrorismo de Estado con nosotros es una agresión”, agregó reaccionando ante la comparación que formulara el senador Jorge Saravia entre la Ley de Caducidad y la Ley de Amnistía a Presos Políticos, votadas después de la restauración democrática.
Y aunque Saravia aseguró que “nunca comparé las dos leyes”, sí reafirmó que no acompañará el proyecto de ley interpretativo impulsado por el Frente Amplio para anular la Ley de Caducidad, al cual catalogó como “un mamarracho jurídico e inconstitucional”. “Tengo claro mis principios, es un tema de conciencia, no voy a aceptar callado la boca que se viole flagrantemente la Constitución de la República y se desconozca al soberano”, señaló Saravia.
El legislador estimó además que sería un “error político” someter nuevamente el tema a referéndum. “Es un tema laudado y la mitad de los frenteamplistas están en contra, por lo que ir a una derrota segura es un error político”, concluyó.