Opinion | 10 Nov El intendente Bertil Bentos, al anunciar la rebaja de la patente de rodados en un 15%, destacó que su Administración estudia la entrega a UTE del cobro de la tasa por alumbrado público que actualmente -desde hace décadas- cobra la propia Intendencia. Dicho así, parece una solución ideal para la comuna, deslindarse del alumbrado público del departamento y hacer que el ente que administra la generación y distribución de energía eléctrica en el país, UTE, se haga cargo también del alumbrado público, como de hecho lo hace en otros departamentos.
Obviamente, la Intendencia tiene como primer objetivo eliminar el elevado costo que debe pagar a UTE por el consumo del alumbrado público, el que no tiene un eficaz retorno, pues se hace a través de una tasa que se cobra con la contribución inmobiliaria.
No obstante, a veces las soluciones fáciles no son las mejores. Este parece ser un caso. Porque en lugar de pensar en quitarse el problema de encima, la Intendencia de Paysandú tiene ante sí la posibilidad de hacer un cambio histórico que beneficie no solamente la economía del Palacio Municipal sino especialmente a todos los sanduceros.
En países desarrollados se está discontinuando el uso de energía eléctrica por tendidos para el alumbrado público y se utilizan ahora métodos alternativos, especialmente energía solar para tal fin. En muchas ciudades de Estados Unidos, por ejemplo, se pueden apreciar los paneles solares, con protección antivándalos alimentando los focos de iluminación, lo que reduce casi a cero el gasto y mantiene todos los beneficios del alumbrado comunitario.
Paysandú puede marcar el camino en ese sentido, sin tener que pasar el servicio a UTE, lo que sin dudas implicará un aumento en el costo para los sanduceros y una reducción en el servicio.
Pasar a energía solar exige una fuerte inversión inicial, pero esta puede hacerse de manera parcial y paulatina, utilizando los posteriores ahorros para ampliar la red. La Administración Bentos tiene su oportunidad. Es ahora. ¿Se hará la luz?