Nacionales | 05 Nov Un informe de Naciones Unidas ubica a Uruguay en tercer lugar en la región en desarrollo humano alto. El presidente José Mujica reafirmó que se debe continuar trabajando para lograr la “igualdad sin igualitarismo”. Uruguay se encuentra en el lugar 52 de 169 países en total y comparte el grupo de naciones con desarrollo humano alto. En un acto transmitido en directo por Internet y satélite desde Montevideo hacia los principales medios de comunicación de América Latina y el Caribe, en la Torre Ejecutiva, se lanzó la vigésima edición del Informe sobre Desarrollo Humano 2010, en simultáneo con otras siete ciudades del mundo. El director regional para América Latina y el Caribe del PNUD, Heraldo Muñoz, informó que Uruguay en términos de desarrollo humano ha avanzado en los últimos años, ocupando el tercer lugar como país latino en el grupo de naciones de desarrollo humano alto. Entre 1985 y 2010 la expectativa de vida creció cinco años, los años de escolaridad aumentaron dos años y el ingreso bruto per cápita aumentó 121%. Entre algunos datos significativos, en 1970 apenas la mitad de los niños de la región en edad escolar asistía a la escuela y hoy esa cifra supera los cuatro quintos con algunos países que alcanzan casi el 100%. La esperanza de vida ronda los 80 años y en 2010 algunos países de la región ocupan los primeros lugares en cuanto a nivel del IDH. A pesar de estos datos, Muñoz subrayó que la desigualdad sigue siendo un importante obstáculo para el desarrollo pleno ya que América Latina aún es la región más desigual del mundo. Por su parte, el presidente José Mujica agradeció el informe y coincidió con sus conclusiones porque reafirman la idea de que “hay mucho que hacer y que no todo depende del mercado”. Añadió que aunque la economía y el PBI mejoren, esto no nos hará alejarnos del “fantasma de la desigualdad que necesita de los esfuerzos de la alta política”. Para el presidente, los países de la región no deberían confiarse en la coyuntura relativamente benigna que se vive, sino que por el contrario, se debe trabajar para sortear “la trampa de la desigualdad”. A su entender, un país no debe compararse con otros sino consigo mismo y su historia, para saber lo que busca. Manifestó la importancia de batallar por lograr “la igualdad sin igualitarismo”, donde se respeten las diferencias naturales que existen entre los seres humanos y se reconozca que “si el maíz nace desparejo alguna razón habrá, pero no se vayan a creer que el maíz nace tan desparejo”. Por su parte, Susan Mc. Dade, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Uruguay, informó que nuestro país había sido elegido para el lanzamiento entre otros siete países, ya que forma parte de un piloto elegido por Naciones Unidas para elaborar su reforma proyectada a 2011.