Policiales | 10 Nov La lluvia que cayó en la madrugada de la víspera terminó de apagar el fuego que entre domingo y lunes consumió más de mil hectáreas cubiertas de palmeras en el Parque Nacional El Palmar, cerca de Colón, Entre Ríos. El fuego avanzó a su vez hacia un área forestada de eucaliptos, afectando unas 400 hectáreas más. El intendente del Parque, Aristóbulo Maranta, dijo que el fuego podría haber sido iniciado intencionalmente desde que “comenzó en una zona que está cerrada al público, por lo que estimamos que puede tratarse de una fogata hecha por un cazador furtivo o, más bien, de un incendio intencional”.
La situación se agravó el lunes, por las condiciones climáticas, con ráfagas de 40 kilómetros por hora que avivaron las llamas y las expandieron hacia propiedades vecinas. Consultado sobre cuánto afecta este incendio al Parque, Maranta respondió que “la situación es grave, aunque no irreversible. Estamos frente a una crisis importante, pero por suerte, los palmares son pirogénicos, esto es, saben evolucionar con presencia de fuego y renovarse”. Por ello, dijo Maranta, los ejemplares dañados –que serían unas cien mil palmeras, aunque es aún muy difícil estimarlo-- se irán suplantando luego en forma natural.
El consorcio privado afectado es Ace Humaitá, pero el secretario de Medio Ambiente de Entre Ríos, Fernando Raffo, indicó que “estos consorcios tienen siempre seguros contra incendio, que les exigen incluso contar con brigadas propias y vehículos para estos casos”.
Trabajaron dotaciones de bomberos de San Salvador, Villa Elisa, Ubajay, Colón y San José, así como personal de Gendarmería Nacional, Policía Forestal y brigadas especiales dependientes de las forestadoras vecinas.
8.500 hectáreas
El Palmar de Colón abarca 8.500 hectáreas en el centro de Entre Ríos, junto al río Uruguay, y la formación continúa en nuestro departamento, en la zona de Quebracho. Es Parque Nacional y Reserva de flora y fauna desde 1966. Sus palmeras Yatay son características y pueden vivir más de 400 años. Reviste gran importancia como centro turístico y refugio ecológico. Contiene ruinas históricas que datan de 1825. Conserva la presencia de numerosas especies de pájaros, nutrias, vizcachas, gatos monteses, lobitos de río, yararás, tortugas, hurones, zorros, carpinchos, lagartos overos, zorrinos y corzuelas, entre arroyos de aguas cristalinas y vegetación natural. Es el palmeral más meridional del planeta. Además de las yatay, hay pastizales, pequeños bosques, cañadas, pajonales y sectores de selva en galería o selva marginal, prolongación de la selva misionera, formada gracias a las semillas que arrastra el río Uruguay desde la selva subtropical.