Nacionales | 08 Nov Tras el fracaso en la negociación con los trabajadores bancarios, el Consejo de Ministros de hoy decretaría la esencialidad con el objeto de destrabar la situación de más de 100.000 cheques trancados en la cámara compensadora (clearing).
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, dijo que no es la medida que el gobierno quisiera, pero que tampoco se vacilará. Agregó que “también muchas pequeñas y medianas empresas necesitan acreditar esos documentos a efectos de mantener su actividad cotidiana”.
Acerca del conflicto, Brenta entiende que el gobierno ha ofrecido un ámbito de diálogo que permite analizar la situación con tranquilidad. “Lamentablemente, nuestra iniciativa del viernes fue rechazada por el Consejo Directivo del gremio de la Banca Oficial”, dijo.
Apeló de todas formas a la “razonabilidad” y a que se “comprenda que no pueden existir más de 100 mil cheques en el clearing que, en definitiva, detrás de ellos hay personas y pequeñas y medianas empresas que dependen absolutamente del funcionamiento adecuado de este organismo”.
En otro orden, el secretario de Estado se dirigió al sindicato expresando que “cuando se tiene la responsabilidad de conducir un gremio que juega un papel tan importante en la actividad económica nacional, a veces las tensiones deben dejarse de lado y debe primar la razonabilidad y tener en cuenta, básicamente, lo que eso implica desde el punto de vista de los problemas que se le generan a la gente y más que nada a los propios trabajadores”.
Por su parte, el director de Trabajo, Luis Romero, sostuvo que se trabajó toda la mañana del sábado “hablando por teléfono con mucha gente, intentando que mucha gente intervenga para ayudar a que no se tomen medidas más drásticas” en la banca oficial. “Pero alguien quizás no lo entiende así y piensa que apretando el acelerador es mucho mejor”, comentó Romero.
“Cada uno sabe lo que está haciendo, en este asunto toda la gente que interviene es mayor de edad, sabe adónde apunta y qué juega para su gente. Cada uno entiende que juega muy bien, pero el resultado final es el que dice quién jugó mejor”, dijo el director de Trabajo.
Romero agregó que tras la negociación del viernes pasado, el Ministerio de Trabajo no puede hacer más y que ahora son las partes -por el BROU y AEBU- las que deben elaborar la solución de este tema. “Se hicieron los esfuerzos pero parece que hay gente que entiende que no se debe aceptar nada”, concluyó el director de Trabajo.
La fórmula del Ministerio de Trabajo, que fue retirada el viernes tras fracasar la negociación luego que el sindicato bancario decidió dos nuevos paros, incluía la voluntad de resolver los reclamos de AEBU con el BROU antes del 19 de diciembre, fecha en que caduca el convenio colectivo de la banca oficial.
La propuesta también incluía que el directorio del BROU retiraría los descuentos del 50% del jornal a los funcionarios que realizaron paro en el clearing de cheques. Otro punto del planteo era la búsqueda de una fórmula de salida a la propuesta de AEBU para la equiparación salarial de los trabajadores del ex Banco de Crédito que pasaron al BROU, que es uno de los ejes centrales del conflicto.
A la vez, la propuesta ministerial señalaba que el gremio debía “flexibilizar” las medidas, lo que implicaba desactivar los paros en el clearing, que causaron el trancazo de unos 100 mil cheques. El viernes, el ministro Brenta consideró que la decisión de más paros en la banca pública era una declaración de que el conflicto es “contra el gobierno” y que el gremio bancario va por “el camino de la confrontación”.
Darío Mendiondo, miembro del Consejo Central de AEBU, rechazó que las medidas sean contra el gobierno y, según publicó El País, sostuvo que es contra la “prepotencia” y la “falta de sensibilidad” para negociar del directorio del BROU. Mendiondo dijo además que si el gobierno respalda al BROU, estaría tomando partido en el conflicto.
Aunque la mayoría moderada de AEBU es proclive a levantar el conflicto, el ala radical no está de acuerdo y continúa enfrentada con el presidente del BROU, Fernando Calloia, afiliado al sindicato bancario y sobre el cual pesa desde 2005, cuando asumió por primera vez el cargo, un pedido de expulsión que hasta ahora no logra consenso dentro del Consejo Central de los bancarios.