Nacionales | 12 Nov Existe malestar en Argentina por declaraciones del presidente José Mujica, quien defendió la política económica de su gobierno en contraposición con el modelo argentino que le proponen sectores frenteamplistas, ya que eso puede conducir a “engordar el Estado”.
Entrevistado por el semanario “Búsqueda”, Mujica respondió respecto a la propuesta de implementar retenciones a las exportaciones como en Argentina: “Todo bien con esa propuesta, pero hay partes que no se dicen. ¿Quieren que tenga también la política cambiaria como la Argentina, con el dólar inflado y haciendo un proteccionismo feroz a la industria? ¿Vamos a hacer eso? ¿Funciona eso acá? Capaz que lo único que estamos haciendo si instrumentamos eso es engordar el Estado, que funciona mal”.
Sobre las negociaciones con el gobierno de Cristina Fernández, dijo que seguirá el control ambiental sobre UPM porque “una cosa es el fanatismo que se generó en Gualeguaychú y otra cosa es no darse cuenta de que este tema de preservar el medio ambiente vino para no irse más”. La negociación “con los argentinos va a ser difícil, seguro que va a ser difícil. ¡Chocolate por la noticia! Yo no me comí ninguna de inocente”, acotó.
Dijo que Argentina está partida en dos y puso como ejemplo la reciente muerte del ex mandatario Argentino Néstor Kirchner. “Que le prohíban a integrantes del gobierno ir al velorio de Néstor Kirchner es muy fuerte”, dijo en referencia a que tanto el vicepresidente Julio Cobos como el ex mandatario Eduardo Duhalde no concurrieron por “sugerencia” del gobierno. Recordó las afirmaciones del entonces presidente Jorge Batlle, quien en 2002 dijo que en Argentina eran “una manga de ladrones del primero al último”. “Lo grave fue haberlo dicho y que se lo hayan grabado; no haberlo pensado”, afirmó Mujica.
Las declaraciones de Mujica causaron sorpresa y malestar en el gobierno argentino. “Estamos azorados” porque Mujica “opinó hasta del velorio de Kirchner”, algo que consideran muy sensible, confió una fuente de la Cancillería del vecino país a radio “El Espectador”.
Por otra parte, en la misma entrevista, Mujica estimó que quienes le acusan de anunciar mucho y hacer poco “tienen razón, pero el problema es que en este país no te dejan hacer nada. Cualquier cosa que vas a hacer es como un parto”. Como ejemplo, mencionó que cuando llegó al poder indicó que había que vender la casa presidencial de Punta del Este, pero el directorio del Banco República aprobó la compra recién la semana pasada. “¡Pasaron ocho meses! Y eso para venderla adentro del Estado”, señaló Mujica. “Es fácil mandar un proyecto de ley pero andá a saber cuándo sale y andá a saber cuándo se aplica”, añadió.
Consultado sobre por qué enfrenta tanta conflictividad sindical, estimó: “No todos somos trabajadores iguales. Parece que hay algunos que por el hecho de estar en determinados lugares tienen más privilegios. No es fácil. Me duele en pila lo que está pasando pero no me sorprende. Son enfermedades de la sociedad contemporánea”. Elogió a países como Suecia y Noruega, donde “las cosas funcionan” y “el Estado es eficiente”.
Consideró que primero hay que reformar el Estado: “El mercado solo no reparte y crea algunos bolsones de miseria. El Estado ahí tiene que jugar su rol, aunque sin invadir demasiado ni matar a la gallina de los huevos de oro. (...) Los países que tienen alta tributación y un Estado que funciona son los que están mejor y los que tienen baja tributación están mucho peor”. De todas formas, indicó que “no se pueden hacer las cosas a pechera. Hay que llegar a márgenes de acuerdo político entre todas las fuerzas”. “Que me den un crédito. Seguro que en la reelección no estoy pensando. Ni siquiera sé si llego”, dijo el mandatario.