Opinion | 14 Nov La Unidad Nacional de Seguridad Vial entregó recientemente al Parlamento una serie de proyectos de ley que pretenden crear nuevos intrumentos legales que permitan abatir la siniestralidad en el tránsito.
Uno de los proyectos aborda el tema de las infracciones, sanciones, delitos a la seguridad vial y centros de rehabilitación o re-socialización. Busca cubrir ausencias que no se contemplaron en la Ley Nacional de Tránsito tales como la clasificación de sanciones y de infracciones, proponiendo --entre otras cosas-- la instalación de la licencia de conducir a base de puntos y la creación de centros de rehabilitación para el infractor.
Otros refieren a la instrumentación de un régimen punitivo, promueve la unificación de valores de las multas en todo el país y la creación de juzgados nacionales de tránsito.
La incorporación de la Unasev a la Comisión Honoraria de la Discapacidad, la redacción de una ley de educación en seguridad vial para la incorporación de la temática en el sistema educativo formal y la creación de una ley de normas varias relativas a la seguridad vial, también están considerados.
El uso de sillas para bebé, la utilización obligatoria del cinturón de seguridad en el transporte colectivo de pasajeros en mediana y larga distancia y aborda otros elementos que hacen a la seguridad.
Uno de los proyectos también prevé la modificación de la prueba de alcohol y otras drogas en sangre y que busca la disminución de la tolerancia de 0,3 a 0 y, al mismo tiempo, promueve el tratamiento equitativo para todos los conductores, sean profesionales o amateurs.
Considerados en su globalidad podemos decir que los proyectos entregados al Senado de la República enfocan la mira en grandes “debes” de la normativa legal sobre el tránsito, refieren a algunos temas que la sociedad civil ha reclamado incorporar y a otros que las autoridades y especialistas consideran necesario impulsar para realizar aportes que mejoren el marco de actuaciones existentes.
Se trata pues de temas a los que el Parlamento debería abocarse a tratar en forma rápida para poder dotar de marcos legales que permitan determinadas actuaciones que hoy no es posible realizar.
Contar con ellos sería una contribución importante pero hay otra --y fundamental-- que debemos hacer todos ya que la resolución de los problemas del tránsito depende en gran parte de que cada uno de nosotros se considere parte de la solución y actúe en consecuencia.