Ing. Agr. Marcelo Pereira

Rurales | 12 Nov Las lluvias de la presente semana fueron positivas para el campo, pero persisten los anuncios de déficit hídrico para los próximos meses, determinando que los productores “deban ajustar la carga de ganado en los campos ante una eventual saquía”, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira. Las precipitaciones del martes fueron “bienvenidas, porque especialmente en el mes de octubre había llovido bastante menos de lo normal, siendo casi la tercera parte de lo que debe llover de acuerdo al promedio de los últimos años”, indicó el técnico. Entiende que una de las primeras medidas de precaución que los productores deben adoptar ante una eventual sequía “es que no los agarre con mucho ganado en el campo”.
Al recorrer algunos predios de la región, Pereira dijo haber observado buen pasto. “El que pueda ajustar la carga, tal vez hace un buen negocio y afronta la seca de mejor manera”, afirmó y dijo que “las pasturas sobre pastoreadas sufren la sequía mucho más rápidamente y cuando llueve demoran mucho más en recuperarse”. En cuanto a la tasa de crecimiento de las pasturas, el profesional sanducero sostuvo que “se aprecia un déficit desde el mes de julio, creciendo un 10% menos de lo normal en el promedio de los últimos 10 años”.
“En agosto fue un 14% menos, en setiembre un 15% menos y aunque en octubre aún no tenemos los datos, el crecimiento ha sido muy escaso”. Respecto a la disponibilidad de pasto, “en términos generales todavía hay buena disponibilidad a diferencia de otras situaciones de sequía a las cuales se entraba con muy poco pasto”.
“Hoy tenemos pasto en los suelos profundos, en tanto que en los superficiales se está marcando con una coloración amarilla el estrés hídrico”, indicó el responsable para el departamento de Paysandú del Instituto Plan Agropecuario (IPA). El estado del ganado “decayó mucho”, precisó, acotando que “sobre todo en los vientres de primera cría después de la parición, pero en general el estado es bueno”. Nos resta sólo el mes de diciembre, que “en los suelos de basalto es cuando crece más la pastura; noviembre representa el 36% de crecimiento de las pasturas y si falta el agua los productores deberán tomar algunos recaudos”. Si bien los precios del ganado vienen desciendo “aún son bastante buenos”, subrayó, por lo que se pueden tomar medidas a tiempo por si las cosas empeoran más adelante.
Al referirse a los suelos de basalto, que en nuestro departamento la mayoría son superficiales, dijo que “nos quedamos sin pasto bastante de golpe; es un pasto fibroso que se quiebra y se vuela, y uno se da cuenta rápidamente que se queda sin pasto”.
Aguadas
En término de aguadas “la situación no es grave”, puntualizó Pereira. De todas maneras, sostuvo que “recorriendo establecimientos de la zona se comienza a ver que las aguadas falsas se están empezando a secar”. Reiteró que el panorama “no es de gravedad”, pero “comienzan a prenderse las primeras luces amarillas al respecto”. Marcelo Pereira indicó que los productores “han aprendido de las secas anteriores. Muchos ya están tomando medidas, como ser la construcción de abrevaderos, otros haciendo pozos, y tajamares con un correcto dimensionamiento”.