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Paysandú, Sábado 20 de Noviembre de 2010

Ninguno pudo romper el cero a cero

Deportes | 15 Nov Nacional 0 Peñarol 0
Escenario: Estadio Centenario. Arbitros: Líber Prudente, Pablo Fandiño y Raúl Hartwig.
Nacional: Rodrigo Muñoz, Christian Núñez, Alejandro Lembo, Sebastián Coates, Mariano Pernía (21’ Julián Perujo), Mauricio Pareyra, Facundo Píriz, Matías Cabrera (56’ Roberto Flores), Martín Cauteruccio, Santiago García y Horacio Peralta (78’ Richard Porta). DT: Juan Ramón Carrasco.
Peñarol: Sebastián Sosa, Emiliano Albín, Gerardo Alcoba, Guillermo Rodríguez, Darío Rodríguez, Nicolás Domingo (84’ Cristian Mejía), Egidio Arévalo Ríos, Marcelo Sosa, Fabián Estoyanoff (71’ Diego Alonso), Antonio Pacheco y Alejandro Martinuccio. DT: Manuel Keosseian.
Un cero grandote, más allá de que Nacional quizá mereció mejor suerte. No porque haya apabullado a Peñarol dentro de un partido mediocre, pobre en lo futbolístico y entrecortado a más no poder, sino porque quiso algo más.
Pero el clásico por la 12ª fecha del Apertura, olvidable por cierto, terminó sin goles, un castigo para los dos porque, más allá de que todavía deben enfrentar al líder Defensor, no pudieron acercarse todo lo que pretendían.
Peñarol comenzó mejor y lastimó a Nacional por el sector izquierdo de la defensa, donde Estoyanoff y Martinuccio complicaron a Pernía más allá de no generar ocasiones de gol sobre el arco de Muñoz. Pero el partido carbonero estaba por ese sector, y Juan Ramón Carrasco, el técnico tricolor, no arriesgó: a los 20’ sacó al argentino, que instantes antes se había ganado la tarjeta amarilla.
Los tricolores reacomodaron la línea de cuatro, Núñez pasó al sector izquierdo y el ingresado Palau se hizo cargo del derecho, solucionando los problemas con el paso de los minutos.
Pero todo se hacía peleado, cortado. Peralta no pudo definir pese a ganar las espaldas de la defensa, y Muñoz reaccionó, en el arco contrario, tras un zapatazo de Arévalo Ríos. Las cosas estaban dadas de esa manera, pero más allá del buen inicio de Peñarol, los tricolores comenzaron a adueñarse de la pelota en la mitad de la cancha, a buscar los espacios aunque, en muchos casos, abusando del pelotazo.
Del otro lado, las ideas no estaban claras. Y Nacional intentaba hacer valer la posesión de la pelota, obligando al golero Sosa a tres o cuatro atajadas importantes como para aclarar que, dentro de un panorama pobre en lo futbolístico, los tricolores eran más.
Primero fue García el que obligó al arquero luego de que la pelota se desviara en el pie de Guillermo Rodríguez. Luego fue Peralta con un fuerte remate abajo, a la derecha, que encontró otra vez atento al arquero carbonero, quien luego de un tiro libre, y con García obligando de palomita, reaccionó para alejar el peligro de su valla.
Así se fue el primer tiempo, con una mejor disposición del tricolor, pese a que su juego estuvo muy lejos del pregonado por su entrenador.
A los 11’ del complemento Carrasco intentó darle mayor fútbol a su equipo. Sacó a un perdido Cabrera y puso a Flores, cuando Peñarol parecía pararse mejor en el terreno de juego y cuando bien podría haber tenido en su contra un penal por falta que fue pitada afuera del área grande.
Pero todo era cortado, impreciso, con Peñarol peleado con la pelota y Nacional sin poder concretar lo que insinuaba. Flores el que se inspiró y obligó al golero en un par de ocasiones, y luego García fue trabado cuando se aprestaba a definir, derivando la pelota al córner.
Y el propio Flores, tras tiro libre en la que se utilizó una jugada de pizarrón, remató arriba, solo, y desperdició una de las chances más claras del partido.
Recién sobre el final, Peñarol equilibró las cosas. Keosseian mandó a la cancha al colombiano Mejía, apostando a la velocidad del delantero, que posibilitó que los carboneros lograran acercarse al área rival. Pero los dos seguían peleados con la pelota, al punto que salvo una jugada de otro partido, un grueso error o alguna jugada fortuita, podía definir un ganador. No hubo caso. El clásico tiró por tierra todo lo que se podía pensar en lo previo, y liquidó la presunción de que podría haber varios goles, teniendo en cuenta lo floja de ambas defensas y la rapidez en el ataque de ambos equipos.
Lo cierto es que los dos hicieron méritos para un 0 a 0, y ninguno supo aprovechar el empate del líder Defensor en la jornada anterior.

“No fue negocio”
Con sus atajadas, Sebastián Sosa se transformó en la figura de un pobre partido clásico. El golero carbonero respondió con seguridad, se jugó la ropa cortando algún mano a mano y selló el cero en su arco.
“No fue negocio para ninguno, pero más allá de eso el empate fue justo por cómo se dio el partido. Por suerte pude evitar que el rival concretara algunas chances, y llegamos a este 0 a 0. Es importante no recibir goles pero fue un partido trabado, con muchas faltas, lo que hizo que no fluyera el fútbol”, explicó el golero mirasol.
“¿Cuál fue la más complicada para atajar? En el segundo tiempo, cuando me jugué y llegué antes que García”, agregó.
“Se van contentos”
Mauricio Pereyra, que volvió a la titularidad de Nacional después de casi dos meses de estar separado del plantel por temas contractuales, no pudo influir en el juego tricolor como se esperaba. El volante aseguró tras el clásico que “hicimos los méritos y ellos se van contentos por haber logrado lo que vinieron a buscar. En el segundo tuvimos varias chances claras que no pudimos concretar, pero nos faltó contundencia y además pasar esa línea de tres marcadores que ellos pusieron en el medio”. Pereyra agregó que “más allá de que no dependemos de nosotros, hay que mirar para adelante sabiendo que dejamos dos puntos importantes”.


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