Locales | 15 Nov A veces lo que para los ojos de un extranjero, especialmente del Primer Mundo, es algo cotidiano, por aquí resulta sumamente llamativo. Por ejemplo no caben dudas que si vemos por 18 de Julio una Lamborghini o una Ferrari, sea del modelo que sea, nos llamará la atención y seguramente nos detendremos a observarla. Pero sin llegar a esas joyas de la mecánica, también sorprenden los “fierros” que por su tamaño, potencia o aspecto inusual se ubican entre las “rarezas” en nuestra ciudad. Podría ser un avión a reacción –que por suerte ya hemos visto alguno por acá--, un camión Terex o un carburador de bombardero de la Segunda Guerra: cualquier cosa que aunque común en otros lados, para nosotros los sanduceros es novedad.
Por eso es que cuando vimos en nuestras páginas la publicidad del “fuera de borda más grande del mundo” no pudimos contener nuestra curiosidad, y fuimos a ver de qué de trataba.
Ciertamente, es algo grande. Un motor Yamaha fuera de borda como los que ya son comunes en pequeñas embarcaciones sanduceras, pero de dimensiones colosales. Tiene 350 caballos de fuerza, más que casi cualquier automóvil potente de los que se ven en Paysandú, pero es para “colgar afuera” de una “lancha”. Por supuesto, no cualquiera. En este caso será instalado en un crucero mediano de 9 metros de longitud (eslora), y sustituirá el clásico motor interno que equipa a los modelos semejantes.
Respecto al “más grande del mundo”, Mario Stagno, representante de la marca nos aclaró que hasta hace pocos años la competidora Mercury contaba con un motor de 300 caballos que no tenía rival, pero que fue superado por éste de Yamaha.
Consultado sobre las características técnicas –lo que más nos llamaba a curiosidad--, nos explicó que es impulsado por un motor V8 de cuatro tiempos, doble árbol de levas a la cabeza y cuatro válvulas por cilindro, de inyección electrónica multipunto y 5.350 centímetros cúbicos de desplazamiento. Las levas de admisión son variables –tiene 4 árboles en total-- y alcanza las 6.000 revoluciones por minuto. Pero lo que impresiona es el tamaño, que supone un peso considerable: 373 kilogramos “vacío”.
Pedimos para que nos muestre el corazón de la máquina quitándole la cobertura superior. Pero como en todos los motores modernos, poco pudimos distinguir, más allá de la clásica disposición en “V” de las tapas de cilindro –el block está dispuesto en forma vertical, con el cigüeñal apuntando hacia abajo-- y los extremadamente largos conductos de admisión –que permite un máximo torque—porque todo está prolijamente dispuesto bajo plásticos de protección. Y por supuesto, no había una “piola” para arrancarlo a mano. No es raro que por acá hayan pocos motores de estos puesto que en Uruguay su precio ronda los 40 mil dólares, pero sin embargo son bastante comunes en, por ejemplo, la Florida en Estados Unidos. Así nos lo hizo saber un lector que nos aportó una foto que tomara en Fort Lauderdale en ocasión de un viaje que realizara, de un “bote” sobre un trailer tirado por una potentísima camioneta doble rueda. La embarcación seguramente mide más de 10 metros, y cuenta con ¡tres motores de éstos! Sí, 1050 caballos prendidos de la popa. Y según comentó, de éstas, había muchas “lanchas”...