Paysandú, Miércoles 24 de Noviembre de 2010

OPINIONES

SOLICITADA

Locales | 17 Nov El Frente Amplio es incapaz de garantizar la seguridad de los habitantes
El 29 de octubre se trató en la Junta Departamental el tema de la alarmante inseguridad que siguen padeciendo los habitantes del país y las declaraciones del Ministro del Interior, Sr. Bonomi, sobre la pertinencia de que frente a esa realidad, los mismos porten armas para su defensa personal.
Desde el Frente Amplio se quiso demostrar lo indemostrable con argumentos tales como: que la situación no es para alarmarse; que los datos oficiales demuestran la buena gestión del gobierno en la materia; que se aumentó “como antes nunca” la detención de toneladas de droga; que se habían dictado leyes decretos y resoluciones tendientes al abatimiento del delito y que “como nunca antes” se habían hecho inversiones multimillonarias en materia de seguridad, incluidos aumentos de sueldos sumamente importantes a la Policía. La defensa del estado actual de cosas fue tan encendida que parecía hecha por habitantes de otro planeta. Y como no podía ser de otra manera, culparon a la oposición de no haber presentado soluciones y que además se pasaba protestando.
Pero analizando brevemente la situación se concluye que tenemos razón: en materia de seguridad de los habitantes, los gobiernos del Frente Amplio son un desastre y lo seguirán siendo mientras no tomen las medidas que les sugieren justamente desde la oposición.
El fracaso empezó cuando pusieron los agentes de la seguridad, o sea la Policía, bajo las órdenes de los tupamaros ex presidiarios como el Dr. José Díaz que lo primero que hizo fue abrir las cárceles para liberar reclusos y su gestión fue demostradamente tan mala que su propio partido lo tuvo que sacar. El Sr. Bonomi también es un tupamaro ex presidiario cuya gestión es lamentable. Sobre su responsabilidad cae la muerte de doce presos que hace bien poco murieron consumidos por las llamas en los calabozos de la Cárcel de Rocha, la que ni sus correligionarios anteriores ni él han sabido mejorarle el funcionamiento. En medio de ellos ocuparon esa cartera la Mtra. Tourné cuya gestión se distinguió por la soberbia y la incapacidad y el Dr. Bruni, que con su parquedad apaciguó la opinión pero no revirtió el estado de cosas. Resulta pues que supuesto cierto que “encararon la lucha contra el delito” y que “invirtieron dinero como nunca antes” en esa lucha para lograr seguridad, debe concluirse que lo hicieron muy mal porque los resultados son desastrosos. Basta comparar la gestión del ex ministro del Interior, Esc. Stirling del gobierno del Dr. Batlle, con los cuatro del Frente Amplio: Díaz, Tourné, Bruni y Bonomi. De los cuatro no hacen uno. Ante ese estado de cosas, el periodismo preguntó al Sr. Bonomi si era conveniente que la gente saliera armada a la calle para defenderse. Y algo confuso ante la pregunta, contestó que él no sabía qué decirles. Que no podía aconsejar ni una cosa ni la otra. Prueba de que no está seguro que funcione bien la Policía que está bajo su mando y que es la encargada de dar la seguridad. Quizá por eso no se animó a decir lo que tenía que haber dicho. Porque si las cosas fueran normales, ¿qué debió decir? Que no hacía falta salir armado a la calle porque él como Ministro del Interior asegura y da protección efectiva a la gente. Pero como por la mala gestión de los ministerios del Interior del Frente Amplio la inseguridad campea, no pudo decir eso y tampoco decir que se armen porque ya hubiera sido un disparate total. Respecto a que la oposición no presentaba soluciones, decimos que no pueden ignorar que el Partido Nacional le presentó al gobierno anterior siete proyectos de ley sobre seguridad, acompañados de 130.000 firmas juntadas en pocos días por ciudadanos preocupados y desesperados por el flagelo de la inseguridad. Con olímpica soberbia los despreciaron, pero ahora habiendo empeorado la situación con el paso del tiempo, esos proyectos son los que nutren los debates sobre soluciones posibles. Mantener los antecedentes delictivos de los menores infractores cuando cumplen 18 años, creación de un instituto de recuperación de los menores infractores para que no estén con los internos del INAU; Rebajar la edad de inputabilidad de los menores, licitar la construcción y gestión de nuevas cárceles, etc.
Paradójicamente ese día 29/10/10, se había realizado la quinta marcha “por seguridad y justicia” del movimiento surgido por la muerte de Romina Severo. Por eso pedí que lo hablado en Sala pasara a ese movimiento de vecinos y familiares de la trágica víctima, ya que por su triste experiencia pueden ayudar a decidir cuál es el camino hacia las soluciones de estos males. Cerrando las consideraciones sobre la inseguridad observemos que dentro de una población total que no crece, los delincuentes han proliferado pasando de 2.000 en el año dos mil a 10.000 en el año 2010. Y afuera hay delinquiendo el doble de los que están adentro.
El hacinamiento hace deplorable la convivencia y el estado de los establecimientos, al punto que los propios tupamaros han dicho públicamente que las cárceles de hoy (las del Frente Amplio) son peores que las de la dictadura donde ellos estuvieron presos. A confesión de parte, huelgan las pruebas.


LA VOZ DEL PÚBLICO
Tránsito: Reflexiones de un conductor
Ríos de tinta se han escrito al respecto y parece que nada detiene los problemas de nuestro tránsito, cada vez más complicado. Viví la época de pocos autos, pocas motos y bicicletas, y por ende todo era más normal. No se hablaba de manejo agresivo, picadas, quema de gomas, escapes libres, etcétera, como ahora. Los jóvenes eran mucho menos temerarios. Pero todo ha cambiado. Nuestro parque automotor creció enormemente, sobre todo por la presencia de motos y los jóvenes que son en mayoría quienes conducen esos vehículos tienen otro temperamento, otra manera de conducir más arriesgada y valoran poco la vida propia y la de sus semejantes. Los accidentes han crecido en porcentaje impresionante y los muertos también. Estoy contra todo lo que sea violar las normas de tránsito y de ello también hago responsable a muchos automovilistas. Se ha generalizado llegar al semáforo y poner la moto o la trompa del auto donde empieza la bocacalle. También los adelantos se hacen en las esquinas y los adelantamientos se producen muchas veces por la derecha cuando corresponde hacerlo por la izquierda.
Esto sucede más que nada con las motos. El uso de señaleros -muy importante ya que denota la maniobra que se va a realizar- no se activa en alto porcentaje aún en coches de última generación. Muchos transeúntes, conociendo que el cruce de calle se debe hacer en las esquinas, lo hacen a mitad de cuadra, y esto lo he vivido en carne propia -porque autos y motos doblan sin avisar (por los señaleros) que esa es su intención. En la zona urbana la velocidad máxima es de 45 km/ hora, lo que en muchas calles resulta excesiva dado que son angostas y considero que andar a 35 km/hora es muchos más seguro y se puede navegar en la onda verde. Quien aparece por la derecha tiene preferencia, pero ese no es motivo para cruzar la bocacalle a 50/60 km como normalmente pasa.
La Intendencia está haciendo grandes esfuerzos por mejorar lo expuesto. Me refiero en este escrito solo a la circulación. El problema de libretas de conducir, patentes, escapes, libres, etcétera, es tema de la IDP, sobre lo que no deseo opinar. Un grupo de vecinos con el ánimo de colaborar crearon la Udesev, que me consta está trabajando muy bien, cuyos cometidos comparto y deseo se puedan cumplir.
Todos debemos tomar conciencia de que la vida es única y vale más que nada. Hay que inculcar a los jóvenes que es muy lindo manejar, poder disfrutar de un vehículo, así sea auto, moto, cuatriciclo, pero hacerlo con prudencia, pensando que no estamos solos, que vivimos en una sociedad y que el respeto por la vida propia y de otros, es primordial en la convivencia. Por favor, sigamos luchando por mejorar. No más familias llorando por muertos o heridos que nunca se recuperan. Son los pensamientos de un veterano que quiere mucho a Paysandú. ARCA

SOLICITADA
Vecinos creyentes
Esta carta va dirigida a mi vecino y su esposa, el cual es pastor de una iglesia. Vivo en planta baja del barrio INVE Block D, ellos viven en el apartamento de arriba; en su terraza colocaron techo, como todos los vecinos por ser muy necesario, pero este le colocó un canalón para desagüe y está mal puesto. Descarga toda el agua de lluvia sobre el pretil y techo de una habitación que tengo para el fondo, el agua cae con tanta fuerza por estar a varios metros de alto, que me ha causado un daño tremendo de humedad y entrada de agua, pero para ellos es indiferente saber que perjudican y mucho, además en esta habitación tengo mi madre postrada con 85 años, lo cual le ha causado problemas de salud por la humedad continua. A ellos nos les interesa nada, el ruido que causa la caída del agua es molesto para una persona que está pasando una etapa delicada de salud. Si no tuviera ese canalón, el agua caería desparramada como tienen los demás vecinos. Estos señores se creen perfectos; me pregunto si en esa iglesia ¿son creyentes en Dios o en que se llama Satanás? ¿Qué evangelio predican?, o es todo negocio y falsedad. C.I. 3.556.561-5


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