Rurales | 18 Nov El Instituto Nacional de Colonización (INC) presentó la semana pasada en el Instituto Nacional de la Leche (Inale), una herramienta --desarrollada en conjunto entre ambos organismos--, que apunta a la permanencia de las empresas familiares en la producción y que implica que el tambero con dificultades de acceso a la tierra, pase a ser un colono.
Está destinada a productores con problemas para continuar en el rubro ya que el dueño del predio lo quiere vender o arrendar a un precio mayor, explicó a Conexión Agropecuaria el representante de la ANPL en el Inale, Marcelo Bartesaghi.
Para poder adherirse a la iniciativa los productores deben estar arrendando el 70% de la superficie que explotan y llegar a una producción promedio de 3.000 litros por hectárea. Los predios deben tener una superficie de entre 50 a 150 hectáreas y el productor debe estar radicado allí con su familia y no superar los 50 años de edad, o tener un hijo que asegure la continuidad de la producción.
El INC interviene comprando la tierra arrendada una vez que el productor y el arrendatario se pusieron de acuerdo en el precio --que no debe superar los U$S 600.000-- y el productor pasa a ser colono por 25 años pagando una renta de 3% anual.
“Si bien no es barato”, señaló Bartesaghi, “se paga con una buena producción como la estipulada en el proyecto y es menor a lo que pagaría por fuera del proyecto”.
Por su parte, el representante de los productores ante el Inale, doctor Sergio Filgueira, acotó a EL TELEGRAFO que “después de los 20 años el productor no va a quedar dueño de la tierra, sino que pasa al régimen habitual de colonización y con los beneficios que el INC les brinda a los colonos actualmente”.
La herramienta cuenta además con una cláusula gatillo que se dispara en el caso que la relación insumo/producto sea mayor a 0,85, evitando que el productor quede ahogado por la renta. En este caso, el tambero-colono pasa a pagar la renta mínima estipulada en una tabla realizada con este propósito, explicó el dirigente gremial, protegiendo al productor de cambios de coyuntura en el futuro, teniendo en cuenta la extensión del plazo del contrato.
El productor debe pagar una garantía equivalente al 9% del precio del campo, en un período de tres años. El primer 3% lo puede avalar la industria y el otro 6% de los otros dos años, puede ser garantizado prendando las vacas. Como aspectos a mejorar en la iniciativa, está el monto que destinará Colonización a la compra de tierras –U$S 2.000.000 por año, en cinco años--, que da para comprar unos pocos predios.