Locales | 27 Nov En planteo realizado ante el plenario de la Junta Departamental, el edil nacionalista Rubens Francolino insistió en la aspiración de vieja data de lograr recursos devengados de la producción hidroeléctrica de Salto Grande, para ser aplicados al desarrollo de la región, calificándola de “vieja aspiración y derecho de la región norte del país, primero anulada por el insensible centralismo de la capital y luego lamentable y casi resignadamente olvidada por los departamentos damnificados”.
Recordó que en el territorio argentino se han dispuesto “regalías” destinadas a las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, “como compensación de las tierras que han perdido y otros inconvenientes originados por la construcción del complejo hidroeléctrico. Dineros obtenidos por ley (argentina) y provenientes de los beneficios correspondientes a la nación hermana, asociada a la explotación de la represa de Salto Grande”.
Francolino refirió a sus esfuerzos como delegado primero y presidente después de la Comisión Técnica Mixta. “Me preocupé para que los recursos que generaba la represa internacional beneficiaran a Paysandú y a la región, conforme a los objetivos que aparte de la generación eléctrica debían favorecer el desarrollo de su entorno, como compromiso adquirido ante los organismos mundiales que contribuyeron financieramente a la construcción de la obra”.
“En lo personal --añadió-- suponía que la forma más práctica de obtener esos beneficios que al final logramos, era afectarlos a un Fondo de Desarrollo o de Asistencia al Medio y así Paysandú pudo obtener cientos de miles de dólares que sirvieron para la construcción de una planta potabilizadora y cabañas en Termas de Almirón; complejo de piscinas cerradas en Termas de Guaviyú (concretado solo parcial y tardíamente) moderna iluminación del Estadio Artigas para la disputa de la Copa América 1995; electrificación rural; ambulancia para Nuevo Paysandú; 100 mil dólares en alimentos para hogares carenciados; ómnibus para el traslado de estudiantes de Piedras Coloradas y Orgoroso; contribuciones importantes para Quebracho; aportes para saneamiento en barrios; partidas de miles de dólares para más de una treintena de entidades sanduceras en las cuales se incluyeron liceos, escuelas, instituciones sociales y deportivas tanto de la ciudad como del interior departamental”.
Proyecto de ley
Francolino señaló también que “por aquel entonces el diputado y hoy ministro de Turismo, Héctor Lezcano, indudablemente que con las mismas intenciones que las señaladas para reivindicar los derechos del norte del Río Negro de participar de las ganancias de la represa de Salto Grande, promovía un proyecto de ley que consagra ese derecho a favor de las intendencias litoraleñas. Las únicas diferencias con la iniciativa del entonces legislador frenteamplista eran que debería someterse a un largo peregrinaje legislativo, que nosotros procurábamos evitar rescatando los mismos beneficios directamente del presupuesto de Salto Grande. Pero luego las cosas cambiaron y tan pronto se cumplió con los préstamos internacionales utilizados para la construcción --dos años antes de lo provisto y en mérito a la buena administración binacional-- en lugar de premiarse la gestión, el centralismo dañino y sin color político pasó los recursos de Salto Grande a Rentas Generales, sin reparar en los daños que esa decisión originaba a los intereses de la región”.
Tal como enfatizó en intervención oral en sala, donde mencionó en varias ocasiones la prédica de EL TELEGRAFO en apoyo a la obtención de estos recursos para el desarrollo regional, el edil Francolino sostuvo que esa decisión de volcar el resultado de la venta de la energía eléctrica --parte uruguaya-- al gran bolsón general del Estado, “no fue producto de una ley sino de un simple decreto y por lo tanto puede y debe derogarse con otro decreto si esa fuese la intención de los gobernantes de turno”. También apeló a una eventual intervención del ministro Lezcano a quien calificó de “figura gravitante en un gobierno que tiene las mayorías parlamentarias necesarias”, para que en atención “a su propio proyecto reivindique los derchos de la región. Por otra parte no dudamos --agregó-- que legisladores de todos los partidos lo apoyarían y no vemos por qué Salto, Paysandú y Artigas se resignarían sin luchar a perder lo que alguna vez tuvimos y legítimamente nos corresponde desde que se construyó la Represa de Salto Grande”.
El edil solicitó al cuerpo que se pida la intervención “del propio presidente de la República y del ministro Héctor Lezcano”, a efectos de lograr la obtención definitiva de estos recursos económicos destinados al desarrollo de los departamentos litoraleños, a cuya costa afecta el represamiento de Salto Grande.