Locales | 14 Dic El ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, recibió la solicitud de Comepa para que autorice la adquisición de un resonador magnético nuclear, inquietud que data de 2004 y por la cual se han realizado ya distintas coordinaciones para apoyar el servicio asistencial del Hospital de Guichón.
La doctora Loyda Ponce señaló que “nos interesaba que el ministro viera in situ todo lo que se ha reorganizado luego de la aparición del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y fue lo que le mostramos. Asimismo, otros adelantos que la institución ha implementando de acuerdo con lo que dice el ‘contrato de gestión’ que las instituciones de asistencia médica colectiva firmamos con la Junta Nacional de Salud (Junasa) al momento de ponerse en marcha el SNIS. En su momento presentaron al ministro el reciclado del sanatorio viejo a efectos de tener un servicio de Emergencia acorde a la cantidad de afiliados. Las autoridades pudieron ver “no solo a los médicos trabajando en la Emergencia, sino también el empleo de la historia clínica electrónica, lo que fue observado con mucha atención. También el servicio de endoscopía digestiva que funciona a nivel institucional, en dicha área y toda la nueva aparatología que se cuenta”.
Resonador
Ante una pregunta de EL TELEGRAFO sobre el tema del resonador magnético nuclear, la doctora Ponce dijo que “en su visita a Guichón --en noviembre-- le recordé al ministro de Salud Pública que en ocasión anterior, cuando la titular del Ministerio era la doctora María Julia Muñoz, la firma de ese convenio se había dispuesto como clave para que se nos diera la autorización tanto para la compra del terreno lindero al policlínico de dicha ciudad -lo que es muy necesario para nosotros- a efectos de contar con algunos consultorios más y colocar allí el servicio de Fisioterapia que ya existe pero en local alquilado, como del resonador para el cual se solicitó autorización en 2004 y todavía no tenemos aprobación”. Añadió que Comepa planteó esas dos cosas y en especial “el resonador que hoy es una herramienta diagnóstica más que beneficiaría a todo el Norte del Río Negro y también de la zona Litoral que remite muchos casos para resolver sus patologías acá en Paysandú. Evitaría también tener que derivar pacientes a Montevideo para ese tipo de estudios en momentos en que se está dando hora en la madrugada por la demanda que tienen los equipos disponibles”. En otra instancia, Olesker refirió “al resonador magnético nuclear del Norte”, pero sin definir en qué ciudad podría ser instalado, asegurando la doctora Ponce: “lo que hizo el ministro fue pedirnos nuevamente toda la papelería porque no se ubicaba el expediente y ahora estamos expectantes, confiados en la autorización ministerial porque tenemos -entre otras cosas- una neurocirugía de primer nivel que convenimos con Salto y la cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Una experiencia sumamente positiva porque en estos momentos no solo se continúa la línea impuesta por el ya retirado neurocirujano Washington Lanterna, sino que no hay necesidad de derivar pacientes -de esa especialidad- a Montevideo, todo lo que el RMN complementaría”.
Convenio
Respecto del convenio firmado por los servicios asistenciales en el Hospital de Guichón, la presidenta de Comepa recordó que “nuestra institución ha sido siempre afin a los convenios, esto no es nuevo en absoluto. Por algo no instalamos un Banco de Sangre, al contrario, fortalecimos el del Hospital Escuela del Litoral porque nos pareció que un servicio tan importante tenía que ser para toda la población, y fue un convenio no escrito sino de palabra pero toda la vida se le respetó”. “Siempre hay alguna complementación con el MSP y en Guichón también. Lo que ocurrió ahora es que se escribió ese convenio que será beneficioso sobre todo para los afiliados, porque se utilizan las fortalezas de una y otra institución a los efectos de que se beneficie también toda la población. Por ejemplo, el hospital tiene un equipos de Rayos X, un ecógrafo que se obtuvo por convenio con los italianos, servicios que nosotros le estamos ‘comprando’ permanentemente. A su vez tiene partera permanente para el control de nuestras embarazadas y si para el parto pueden trasladarse lo hacen, de lo contrario se realiza en Guichón”.
La doctora Ponce destacó que “el beneficio más importante que veo en el caso de Guichón es que -si bien lo estábamos haciendo- quedó formalmente establecido que frente a la necesidad de traslado urgente el médico de un servicio apoya al otro. Por ejemplo, si tenemos un afiliado herido que debe ser acompañado por el médico en la ambulancia, el colega del hospital le cubrirá las urgencias y también exactamente a la inversa. Por eso digo que lo del convenio de Guichón fue escribir en un papel una cosa que ya estábamos llevando a la práctica”.