Locales | 15 Dic A través de un decreto, el gobierno autorizó a UTE a firmar “contratos especiales” de compra-venta de energía con proveedores que la produzcan en Uruguay a partir de biomasa, como es el caso de la empresa sanducera Azucarlito, a través de su subsidiaria Liderdat S.A. (Energía Limpia Paysandú).
De acuerdo a la resolución gubernamental, uno de los elementos que se tomará en cuenta para cerrar los contratos es que cada producto de inversión deberá tener como mínimo 30 por ciento de componente nacional, en tanto esta resolución ha sido aprobada en el marco de una coyuntura en la que se registra un sostenido incremento de la demanda de energía eléctrica y con una sequía incipiente que ya impacta negativamente en las posibilidades de generación hidroeléctrica por el ente. El decreto de referencia establece, al autorizar a UTE a firmar contratos especiales de compra-venta de energía, que “la situación energética del país y la incertidumbre en el abastecimiento energético futuro en la región (tanto en disponibilidad como en costos) requiere la adopción de medidas eficaces que permitan incorporar recursos autóctonos como la generación de energía eléctrica a partir de biomasa”. En la nueva modalidad de contratación podrán participar las centrales de generación que se instalen en el país de hasta 20 megavatios de capacidad, que utilicen biomasa como fuente primaria de energía y que no se hayan acogido a ningún otro mecanismo promocional de contratación de energía.
Mientras tanto, se ha informado que a partir de los primeros meses de 2011 dos nuevos oferentes serán proveedores de UTE, tratándose por un lado de la empresa Kentilux, que venderá al ente diez megavatios a partir de marzo de su parque eólico en San José, en tanto que el complejo azucarero de Alur, en Bella Unión, comenzará en abril a proporcionar a la red cinco megavatios producidos a partir de la campaña de azúcar.
Decreto esperado
De acuerdo a consultas realizadas por EL TELEGRAFO en la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica del Uruguay, este decreto refiere a una resolución que el Poder Ejecutivo venía preparando desde hace meses, con el fin de contratar energía de fuentes de biomasa con un sistema de reserva de potencia, lo que implica que UTE pueda contratar la potencia pero reservándose a despachar o no la usina. Ello significa que si no la despacha paga un cargo fijo por potencia y en cambio si lo hace debe pagar el costo variable, respondiendo a un planteo que habían hecho en su momento los integrantes de la asociación de generadores de energía.