Proveniente de la producción de biodiesel

Rurales | 18 Dic El grupo de lechería de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, realizó durante 2009 un experimento de suplementación de vacas lecheras con glicerol crudo proveniente de la producción de biodiesel a partir de soja, a través de un acuerdo entre la empresa Biogran y la Eemac.
Los resultados fueron muy buenos, con alta respuesta en producción de leche a niveles bajos de inclusión de glicerol crudo, en tanto fueron adelantados en el marco de la Expoactiva 2010 y presentados en un evento científico internacional.
También el año pasado y en el marco de un acuerdo de cooperación entre ALUR, Facultad de Agronomía (Eemac) y el Instituto de Ciencia Animal de Cuba (ICA), se desarrollaron trabajos orientados a valorizar el uso de subproductos y co-productos de los procesos agrícolas y agroindustriales. Adicionalmente, durante este año se desarrollaron pruebas de campo en Artigas.
Actualmente se lleva a cabo en la Eemac un experimento con características similares al mencionado anteriormente, pero con la particularidad de que se está utilizando glicerol crudo como fuente de energía en el activador. Si bien el experimento está en fase de ejecución, “estamos en condiciones de adelantar el buen comportamiento productivo de los animales suplementados con glicerol crudo como principal fuente de energía”, destacó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Pablo Chilibroste.
Acotó que estos hallazgos “son promisorios en cuanto a la posibilidad de incorporar este subproducto en la alimentación animal, abriendo así el menú de opciones de alimentos disponibles para que los productores puedan alimentar a los animales. No menos importante es que estos alimentos no tienen hoy un destino claro en la agroindustria, y que además compiten directamente con el uso de cereales como fuente de energía en la ración de los animales, tanto de carne como de leche”.
Efectos
En el trabajo elaborado por Chilibroste, se indica que “se han experimentado activadores de la fermentación ruminal, que suministrados en pequeñas cantidades permiten el aprovechamiento más eficiente de los alimentos fibrosos en el rumen, y consecuentemente una mayor ganancia de peso vivo de los animales”.
Durante 2009 se realizó en la Eemac un experimento con el objetivo determinar el efecto de suplementación de un activador de la fermentación ruminal sobre el consumo la ganancia de peso vivo de terneras Holando, alimentadas con ensilaje de sorgo como alimento base. Se utilizaron 32 terneras Holando, distribuidas al azar en 4 tratamientos de 8 animales cada uno. La duración de este experimento fue de 77 días.
Al inicio del mismo, las terneras tenían 7 meses de edad y pesaban en el entorno de 150 kilos, peso vivo. Los animales fueron colocados en corrales individuales (18 metros cuadrado por animal), con divisiones de alambre eléctrico y piso de tierra. Cada corral tenía un bebedor individual y un recipiente con núcleo mineral vitamínico, ambos ad libitum. Al inicio del experimento y cada 14 días, se pesaron los animales con 12 horas de ayuno de sólidos. Este peso fue utilizado para regular la oferta de los suplementos que fue corregida a cada pesada en función del peso vivo.
Los alimentos fueron suministrados una vez al día en el período de mañana. La oferta de ensilaje de sorgo fue ad libitum, ajustando el consumo a medida que se observó rechazos menores al 15% del ofrecido. Todos los alimentos fueron ofrecidos en comederos individuales, de tal forma de registrar la oferta y los rechazos individualmente.
El diseño experimental utilizado fue completamente aleatorizado y la evolución de peso vivo analizada como medidas repetidas en el tiempo, con peso vivo al inicio del experimento como covariable. Tanto el peso vivo promedio de los animales como la prueba de heterogeneidad de pendientes fueron significativamente diferentes entre tratamientos. De acuerdo a lo informado por Chilibroste, “los resultados en los tratamientos con los alimentos experimentales mostraron un gran avance en esta línea de investigación, donde los animales obtuvieron excelente performance con respecto a la suplementación probada”. Sostuvo que “los animales suplementados no sólo no disminuyeron sino que aumentaron el consumo de la dieta base (efecto aditivo) lo que permitió una utilización de la suplementación con muy alta eficiencia”.