“En el país de Varela, yo sí puedo”

Locales | 19 Dic Treinta y tres sanduceros egresaron este año del programa de alfabetización “En el país de Varela, yo sí puedo”, que lleva adelante desde 2007 el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) junto con el Área de Educación de Adultos de ANEP y el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP).
Jorge tiene 55 años y cuando niño sólo pudo hacer primer año de escuela porque necesitaba trabajar. Ahora afirma estar contento y agradecido porque aprendió a leer y escribir. Ramona en tanto, tiene 49 y también pudo cursar solamente un año de escuela. “Vivía en el campo y me quedaba muy lejos, no pude seguir”, explica.
Gladys estaba olvidada de los rudimentos de la lectoescritura y quería ponerse al día, en tanto Andrea, otra de las alumnas, no terminó la escuela y también necesitaba apoyo.
Los suyos son algunos de los testimonios de los integrantes del grupo que funcionó durante cuatro meses --cuatro días a la semana-- en las escuelas 1 y 3, dirigido por la maestra Manuela Da Graça. Luego recibieron sus certificados los adultos que aprendieron a leer y escribir en la Escuela 110 de Piñera-Beisso y en la Escuela 110 de Gallinal.
En total son unos 300 los que egresan este año en todo el país, sumando un total de aproximadamente 5.700 personas alfabetizadas desde 2007.
“Parece mucho pero en realidad queda mucho por hacer si consideramos que de acuerdo a los datos de la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística, existen unas 30.000 personas en Uruguay que dicen no saber leer ni escribir. Esa declaración coincide con que unas 30.000 nunca fueron a un centro educativo y otras 156.000 no pasaron de tercer año”, dijo a EL TELEGRAFO el maestro José Luis Abella, integrante de la Comisión Central del programa “En el país de Varela, yo sí puedo”.
“El objetivo del programa es proporcionar, en cuatro meses, alfabetización básica a personas mayores de 15 años. Nuestros alumnos son personas que nunca aprendieron a leer y escribir, lo olvidaron, o las herramientas adquiridas en su pasaje por la escuela no son suficientes como para elaborar y decodificar un texto a través de la lectura”, señaló Abella.
Consultado sobre la marcha del programa, dijo que la tarea más difícil es la convocatoria y conformación de grupos, en tanto agregó que las personas que estaban más predispuestas a aprender a leer y escribir se anotaron en los primeros años y ahora el desafío es alfabetizar al “núcleo duro” del analfabetismo.
“Reconocer el analfabetismo es difícil y convencerse de que en muy poco tiempo pueden lograr la alfabetización, también lo es. Por eso, la tarea más ardua la tienen las oficinas territoriales del Mides que son las que deben realizar la convocatoria y organizar los grupos”, dijo Abella.
“En este momento convocar un grupo de diez o doce personas se hace muy difícil”, reconoció.
Agregó no obstante, que la experiencia de los maestros y las herramientas audiovisuales con las que cuenta el programa logran evitar la deserción y se alcanza un 86% de éxito.