Paysandú, Martes 21 de Diciembre de 2010
Locales | 20 Dic Allí, en el taller de Alfredo Runde, un camión Mercedes Benz 1619K con motor de 6 cilindros, diesel, montando en su chasis una casa rodante, está siendo reparado. Los trabajos apuntan al motor y carrocería.
Este funcional motorhome llevaba rodando cuatro años prácticamente si parar, en un periplo que luego supimos, comenzó en Bremen, cruzó luego el Atlántico para llegar a Baltimore, y después sí, dedicarse a recorrer el continente americano durante cuatro años consecutivos.
¿Los tripulantes? Un simpático matrimonio alemán compuesto por Hugo y Cristina Obermayer.
Mediante los buenos oficios de Alfredo Runde más algunas palabras de español que ellos entienden y expresan, nos fuimos entendiendo durante la entrevista.
Así supimos que esta pareja de jubilados --al decir de Runde-- cristalizan un sueño. Amantes de los parques naturales, ellos querían conocer el continente americano. Y ya lo han recorrido en muy buena parte, aunque todavía les falta cruzar por Brasil y algún otro país, para completar el derrotero.
Han sido cuatro años a partir del 2007. “Anduvimos por Canadá, Alaska, México, Centroamérica y América del Sur, llegando al extremo sur en Usuhaia. Después fuimos subiendo nuevamente hasta llegar a Uruguay, y más precisamente Paysandú. En las Termas preguntamos donde se podía reparar el camión, o la casa rodante, nos dieron la dirección y así lleganmos a lo del amigo Runde”, comentaron los viajeros.
“Ah, --agregan-- quiero decir que los uruguayos son muy simpáticos, más aquí en Paysandú donde estamos muy a gusto”.
Nos cuentan sus vivencias, el perfil que se trazaron de los lugares y países recorridos, a bordo de su motorhome o ‘casa rodante’, que recién luego de cuatro años está siendo sometida a una reparación total.
“Yo sabía que la sal les iba a causar deterioros en algunas áreas del camión. Ahora estamos para corregir”, expresa Runde. Es que en los países donde nieva o hay hielo, para mantener los caminos despejados se usa sal, que oficia de anticongelante. Esa sal esparcida en la calle, se diluye en el agua resultante y se cuela por toda la carrocería de los vehículos, por lo que la corrosión es un problema mayor.
LA CASA RODANTE
Ya expresamos que la casa rodante construida por el propio Obermayer, funcional y de muy buen diseño, está montada sobre un robusto camión Mercedes Benz 1619 K de alto porte. Quisimos saber más sobre sus características técnicas en Internet, pero el resultado de la búsqueda estaba en todo en alemán --lo que para nosotros resulta muy similar al arameo--, así que solo pudimos rescatar que se trata de un modelo que fue muy popular a principios de los ’80.
En éste, la cabina --pintada de celeste-- está separada estructuralmente de la casa propiamente dicha. Como el fin del vehículo es precisamente visitar parques naturales, la parte superior de la cabina cuenta con una batería de luces sumamente útiles para transitar por caminos agrestes en la noche.
La casa cuenta con todas las comodidades para realizar viajes de este tipo, como gas para la cocina y luz eléctrica por paneles solares.
En el interior está ubicada la cocina con todo lo necesario, el dormitorio, una salita, armarios y cuchetas. En estos momentos está en “boxes” para una puesta a punto, una pausa en el largo viaje.
Pero pronto el Mercedes con los Obermayer a bordo, estará nuevamente por rutas y caminos, conociendo esta América que los atrajo.
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