Prefecto Nacional Naval

Locales | 20 Dic “Paysandú es un colador”, dijo el prefecto nacional naval, contraalmirante Federico Lebel, al referirse al trasiego de drogas por nuestro departamento, concretamente por el río Uruguay y el puente Paysandú-Colón, al tiempo que destacó el trabajo que, en la medida de sus posibilidades y con la infraestructura con que cuenta, realiza la Prefectura de Puerto de Paysandú, lo mismo que de otros departamentos, en inteligencia y tareas de disuación.
La Prefectura Nacional Naval, de la que dependen las prefecturas de puerto, integra como miembro no permanente la Junta Nacional de Drogas, y Lebel destacó el esfuerzo que se hace “en los 1.400 kilómetros de área de responsabilidad, desde Artigas a Río Branco”, aunque aceptó que “tenemos una cantidad de carencias no sólo para combatir el tema de la droga”.
Dijo que “en el caso específico del combate de la droga hay que entender que nuestra tarea se divide en dos grandes áreas: la de inteligencia, que es de importancia clave porque nos permite adelantarnos a las actividades delictivas, estar de alguna manera preparados; y la otra es la disuación, la persecución concreta y la realización de procedimientos para incautar drogas, embarcaciones y detener delincuentes”.
Subrayó que con en el marco de la Junta Nacional de Drogas “se realizan cientos de procedimientos” pero dijo que a la luz pública “salen pocos, porque solamente son difundidos aquellos que tienen resultado positivo, aquellos que efectivamente generan la incautación de droga.Pero --por ejemplo-- en un año puede haber trescientos procedimientos, de los cuales uno es exitoso. Pero hicimos trescientos movimientos que responden a un trabajo duro y cuidadoso, y eso es la realidad, no el procedimiento que incautó determinada cantidad de droga, porque este es resultado del todo”.
Del mismo modo, los narcotraficantes “también tienen su red de inteligencia, eso tenemos que tenerlo en claro”, destacó el prefecto nacional naval antes de comentar que “en el caso de los puentes, por ejemplo el Paysandú-Colón” un procedimiento habitual del narcotráfico es “mandar un primer envío pequeño como forma de probar el nivel de seguridad del puente. Si éste pasa, entonces se manda el grueso de la droga, pero el problema es que no se sabe cuándo. ¿A cien metros? ¿Quinientos metros? ¿Una hora?”
Consultado sobre un reciente procedimiento en el que se incautaron 14 kilos de marihuana por parte de la Policía pues ya habían cruzado el río Uruguay, el contraalmirante Lebel aseguró que “esa es una visión parcial, porque no se sabe, y no lo puedo decir ahora, las comunicaciones que se pudieron intercambiar, los contactos de inteligencia”. Agregó que “a veces no se trata de incautar un cargamento sino de cortar la red de distribución, de llegar a las cabezas, y eso es lo que nos lleva a veces a proceder de determinada manera, que incluye un gran trabajo de inteligencia”.
En el combate de la distribución de drogas ilegales, “Prefectura coordina con otras agencias y eso hace rico el trabajo”, dijo Lebel y no desconoció que en el caso de Paysandú las posibilidades de actuación directa son escasas debido a la carencia notoria en embarcaciones y otros elementos. Por eso mismo, subrayó que “queremos hacer lo imposible, porque lo posible ya lo estamos haciendo.”
También la pesca artesanal
Otro tema preocupante, y donde la carencia de embarcaciones juega en contra también, es la pesca artesanal no autorizada. Se considera no autorizada cuando el pescador no obtiene la habilitación correspondiente de la División Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) o cuando la pesca se hace en período de veda.
Aun cuando en Paysandú el área de responsabilidad es de unos cien kilómetros, la falta de embarcaciones no permite un trabajo realmente eficaz en su tarea fiscalizadora. De todas maneras, parcialmente, el trabajo se cumple, prueba de lo cual --dijo Lebel-- “si recorren todas las prefecturas de puerto van a ver la cantidad de botes, redes y artes de pesca. Estamos abarrotados. Por disposición judicial tenemos que mantener en depósito todo esto, lo que se va degradando con el tiempo, pero es enorme la cantidad que tenemos en todas las prefecturas”.
La Prefectura debe luchar no solamente contra sus propias carencias sino también con “los avisos tempranos que da cierta gente, que alerta a los pescadores. A eso estamos expuestos en muchos casos”. De todas formas, lo que realmente impide un mejor resultado en los procedimientos contra la pesca ilegal es el hecho de “la degradación (de los materiales con que se cuenta). Esperemos que se pueda subsanar, al tiempo que estamos a la espera de que algo se recupere, que salgan algunas licitaciones”.