Opinion | 16 Dic La situación generada por la medida gremial de los anestesistas llegó a tal extremo que el gobierno envió al Parlamento un proyecto de ley, que ya cuenta con media sanción y será aprobado hoy, que declara la emergencia sanitaria en el país.
La medida fue adoptada al conocerse que hay 4.000 personas que esperan ser operadas, de las cuales 3.200 son de los hospitales capitalinos Maciel, Pasteur y Pereira Rossell.
Las autoridades también manejan la posibilidad de contratar anestesistas en el exterior ante la falta de estos profesionales en los hospitales dependientes de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Para esto, una delegación de alto nivel del Ministerio de Salud Pública viajaron a Chile y Argentina en busca de apoyo y procurando traer anestesistas que puedan ayudar con las operaciones atrasadas.
José Mujica en su audición “Habla el presidente”, que se transmite por la emisora M24, dijo que la alarma sanitaria obliga al gobierno a tomar decisiones como la de declarar el estado de emergencia sanitaria para tener herramientas jurídicas que permitan tomar medidas para enfrentar la situación.
Entre las medidas anunciadas está el traslado de pacientes al interior del país, la realización de las operaciones oncológicas en el subsector privado, conformar una “segunda” cátedra de anestesia, la autorización de otros especialistas como los intensivistas para la asistencia de procedimientos fuera de los block quirúrgicos y traer anestesistas del exterior.
El primer mandatario criticó a los anestesistas que “trabajan si quieren” y a la Sociedad Anestésico Quirúrgica, que “sigue exigiendo un pago diferencial que en números redondos significa $1.000 por hora, más un pago variable. En términos groseros, una guardia de 24 horas en el Pereira va a costar $ 24.000 y más”.
La declaración de emergencia sanitaria obliga a anestesistas de las mutualistas a prestar atención en hospitales públicos “por hasta un 20% de las horas” que realizan en los sanatorios privados.
Declaraciones periodísticas realizadas desde la Sociedad Anestésico Quirúrgica respecto a que la respuesta de los anestesistas fue distinta fuera de la capital porque en el interior los médicos ganan más en ASSE que en las mutualistas, señalan claramente que la reivindicación es netamente económica y que por ella, una vez más, quienes más necesitan han sido los más perjudicados. Rehenes de una situación por demás preocupante, esperan alivio o mejoría en una cirugía que ha venido siendo postergada un día y otro en un escenario de evidente mercantilización de la medicina.